Aunque la tradición de partir la Rosca de Reyes puede parecer algo muy mexicano, su origen viene desde un país lejano y desde una época algo antigua, pues los primeros registros se encuentran en el imperio romano.
Esta tradición fue tomada por la iglesia católica para conmemorar la noche en la que los Reyes Magos encontraron al niño Jesús, momento conocido como Epifanía. Más tarde la rosca llegó a México como parte de la conquista.
Según la religión católica el ‘monito’ que se oculta en el medio del pan dulce representa a Jesús o ‘niño Dios’, y la razón por la que se esconde en la rosca representa el momento cuando María y José ocultaron al niño Jesús para salvarlo de Herodes, en aquel entonces decretaron que sólo podía encontrarlo una persona con un buen corazón.
La persona que encontró un niño Dios en su rosca debe sentirse afortunado, ya que se dice le dará buena suerte durante todo el año.
Si encontraste el ‘monito’ estás apadrinando a Jesús y debes asumir esa responsabilidad que se debe realizar el dos de febrero, el Día de la Candelaria.
