Decenas de millones de personas en España y Francia recuperaron parcialmente la libertad de circulación este lunes con el levantamiento de numerosas restricciones impuestas para luchar contra la pandemia del coronavirus.
«Esto se echaba mucho de menos», dijo Jesús Vázquez, un obrero de 51 años que pidió un sándwich y una cerveza en una terraza en Tarragona, Cataluña (noreste) en el primer día del desconfinamiento en España, donde con el fin de limitar el riesgo de propagación, la medida se aplica a solo una parte del país a partir de este lunes.
En el país se permiten las reuniones en grupos de hasta diez personas, quedar en terrazas con aforo limitado o acudir a tiendas sin tener que pedir cita previa.
Sin embargo varias ciudades importantes, como Madrid y Barcelona, seguirán bajo algunas restricciones para salir.
España, que es uno de los países más afectados con más de 26 mil muertes, ha visto el domingo descender el número de decesos diarios por debajo de 150, la cifra más baja desde el 18 de marzo.
Francia empieza a regresar.
En Francia, el confinamiento estricto y sin precedentes en vigor desde el 17 de marzo parece haber dado resultado: la cifra diaria de muertos cayó el domingo por la noche a 70, la más baja desde aquella fecha.
Pero también con más de 26 mil muertos, las autoridades han pedido prudencia, ahora que millones de franceses salen de casa y regresan al trabajo para reactivar una economía nacional que lleva dos meses casi parada.
Este lunes por la mañana, el metro de París estaba casi igual de lleno que antes del confinamiento. «Será imposible», dijo Brigitte, una usuaria de la línea dos que pasa por el centro de la capital.
«Gracias a ustedes, el virus ha retrocedido. Pero aún está aquí. SALVEN VIDAS, SIGAN SIENDO PRUDENTES», tuiteó el presidente Emmanuel Macron.
El levantamiento del confinamiento en Francia implica medidas estrictas: mascarillas obligatorias en el transporte público y condiciones restrictivas en los colegios. Y es que la aparición de tres nuevos focos de contagio en el oeste del país refuerza el miedo a una nueva ola.
Desde su aparición en China en diciembre, la enfermedad ha causado más de 280 mil muertos en todo el mundo.
Y el riesgo de una segunda ola, mencionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), preocupa a los gobiernos, sobre todo a medida que surgen signos preocupantes.
Reino Unidos no mejora.
En el Reino Unido, sin embargo, con casi 32 mil muertos, el peor saldo después de Estados Unidos, la situación sigue siendo preocupante. El primer ministro Boris Johnson anunció el domingo que el confinamiento decretado el 23 de marzo se extiende hasta el 1 de junio.
Johnson presentó un plan gradual, con la esperanza de reabrir progresivamente las tiendas y los colegios de enseñanza primaria a principios de junio.
El gobierno británico tiene previsto instaurar un periodo de cuarentena obligatorio para los viajeros que lleguen al país por avión.
Sin embargo, el temor a una segunda ola se vio alimentado este lunes luego de que China informase de cinco nuevos casos de coronavirus en Wuhan, el foco de la pandemia de COVID-19.