La crisis política generada por el juicio político contra presidente de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro ha llegado a alturas inimaginables para la clase política.
Lo que dijimos el 1 de abril pasado se cumplió. Ese día publicamos en este espacio: “Ya se vislumbra esto como un fuerte escándalo que acaparará los reflectores en todos los medios”. Eso fue lo que quedó asentado.
Hoy se confirma con el desespero que se ha apoderado del alcalde. Nos dicen además que ese mismo desespero ha llegado a todos los funcionarios de alto nivel del Ayuntamiento de Culiacán.
En respuesta a ello, nos comentan que en acuerdo con el líder del STASAC, Julio Duarte Apán, han empezado con los trámites para basificar a personal de confianza. Algo apresurado y de última hora. El líder sindical tendría que responder si las bases se están entregando de manera irregular o cuál es el trámite que se sigue. El tema que tendrían que aclarar.
Nos dicen que esto es producto del temor fundado a que el alcalde Estrada Ferreiro será destituido y que para ello es cuestión de días.
El mensaje de abandonó de parte del mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, quien podía ser el único que podría salvar políticamente al abogado, está claro. A 12 de la visita del mandatario federal a Culiacán, es hora que la reunión con el secretario de Gobernador Adán Augusto López Hernández, no se ha concertado ni concretado.
Si a los desatinos de Estrada Ferreiro le sumamos la solicitud de desafuero de la Fiscalía del Estado y ahora la posibilidad de que la secretaria de Educación Graciela Domínguez Nava presente una denuncia, por los señalamiento íntimos que hizo en contra de su persona, podemos decir que la decisión está tomada. Mientras eso pasa, el presidente sigue con una guerra declarada contra el gobernador Rubén Rocha Moya y el presidente del Congreso, Feliciano Castro Meléndrez y las acusaciones siguen subiendo de tono. Nada le suma, solo asenta más una crisis.
¿Pleito en Badiraguato?
En las últimas semanas se ha visto un claro distanciamiento del alcalde de Badiraguato, José Paz López Elenes de la diputada Verónica Avilés Rochín. Los dos paisanos y personajes del mismo partido.
Al inicio del periodo de gobierno del alcalde López Elenes se miraba una fuerte sinergia entre ambos, pero recientemente, parece que ya no es así. Uno a otro han desairado eventos importantes.
Para muestra un botón. El alcalde de Badiraguato no acudió a la inauguración de la casa de Gestión de de Avilés Rochín, siendo este uno de sus actos públicos con más relevancia por su arraigo a su tierra. Y lo mismo pasó cuando la diputada se ausentó de la presentación del Plan Municipal de Desarrollo de López Elenes, el eje rector del municipio para los siguientes tres años.
El tema de fondo se desconoce, pero pensar en el 2024, pudiera tener algo que ver. No sabemos, pero en política no hay coincidencias. Mientras tanto, parece que desde muy temprano, las cosas ya no andan muy también que digamos. Atentos.
País se pinta de guinda.
Hasta el cierre de esta columna, Morena aventajaba en la mayoría de las gubernaturas que ayer se disputaron en seis estados de la República. Cuatro de seis.
En Durango, estado vecino de Sinaloa, el PRI mantenía el poder junto con la alianza hecha con el PAN, PRI y PAN en la figura de Alejandro Villegas. En Hidalgo Morena arrasaba con Julio Menchaca frente al PRI.
En Quinta Roo, la aspirante de Morena María Lezama llevaba ventaja que le daba una clara muestra de triunfo.
En lo que respecta a Tamaulipas, con todo y las acusaciones, Américo Villareal de Morena logro un triunfo contundente.
En Oaxaca, uno de los estados gobernador históricamente por el PRI, el partido lo perdió frente a la coalición de Morena con Salomón Jara.
Mientras que en Aguascalientes ganaba la candidata de el PAN, Teresa Jiménez. Con esto Morena estaría gobernando 22 estados del país. Un panorama digno de un mayor análisis en la Mesa de Análisis Tras Reflectores.
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