Ya sabemos todos y más los gobiernos que la agricultura mexicana, específicamente la producción de granos desde 1994, cuando entró en vigor el TLC, las reglas de la definición de sus precios quedaron regidos por el mercado, que la agricultura mexicana quedo en desventaja ante los productores canadienses y de Estados Unidos, que el gobierno mexicano desmantelo los mecanismos públicos de apoyo para ese sector como fueron CONASUPO, FERTIMEX; BANRURAL, etc, etc y prácticamente la libre importación de esos productos, lo que hizo con el paso de los años se volviera más dependiente y deficitaria esa área de la economía rural.
Durante 30 años, gobiernos de todos los signos han afrontado la problemática cíclica de la producción de cada año y cada quien, con más carga o menos, con más habilidad o menos, con mejores circunstancias económicas o menos, han hecho lo que han podido y dejado su huella en el campo, buena, regular o mala, pero no ha habido nadie que retome el origen de la descompensación estructural a la que la firma del TLC metió a la agricultura mexicana.
Bajo ese contexto general, la crisis que ahora está provocando la falta de precios seguros para la producción de los granos mexicanos, principalmente maíz y trigo, que desean 7 mil y 8mil pesos por tonelada cada uno, reflejan así las fallas estructurales, como también la actitud e ineptitud de los gobiernos de MORENA y la 4T ante ese problema recurrente cada año.
Es más lamentable que el gobierno de la República no asuma una actitud decidida ante el problema y este llegando el conflicto a un nivel de alto riesgo para la estabilidad del país.
No es posible que un gobierno como el de Sinaloa, donde este problema del maíz es de tanto peso para su economía, porque la cadena de valor del maíz alcanza los 100 mil millones de pesos, el 20% de la economía local, ante eso es, por decir lo menos, ilógico les dé un trato a los productores de amenazas como el pretender coartar su libertad y derecho cuando les dice “a los que vengan a la manifestación no les compraremos maíz”, pues ¿Qué piensa con ello el gobernador que va a lograr? Pues sí, adivino usted, reacciones como las que tuvo ayer con la toma del Aeropuerto de Culiacán y el desquiciamiento de la capital del estado.
El gobierno necesita mucha serenidad, cautela y buen trato de los problemas, con gritos, sombrerazos y mucho menos, amenazas, va a lograr conciliar para encontrar soluciones.
No es un problema fácil el que tiene enfrente el gobernador Rocha y por eso mismo, necesita otras formas y así encontrar y llegar a soluciones.
Es innegable que el gobernador Rubén Rocha ha trabajado mucho más que el gobierno federal, que el gobierno de AMLO, pero los están dejando solos y atorados, por eso desde hace mucho tiempo debió pararse al frente y de la mano con los productores, precisamente para llamar la atención del gobierno federal y buscar se brinde el apoyo que el campo sinaloense se merece.
Ojalá y estas manifestaciones, con todo y lo molestas que son, les abran los ojos y se afirme una solución.