El precio del oro no sólo ha estado subiendo, sino financieros asesores de los más ricos del mundo han empezado a recomendarles apropiarse del más oro posible, ya que cuestionan la fuerza de la recuperación del mercado pospandemia y el impacto a largo plazo de los bancos centrales mundiales.
De acuerdo a una publicación de la agencia Reuters, desde inicios de año, el precio del metal precioso ha aumentado un 14 por ciento hasta 1.730 dólares por onza.
Algunos bancos privados ya están canalizando hasta el 10 por ciento de las carteras de sus clientes hacia el oro a medida que el estímulo masivo del banco central reduce los rendimientos de los bonos y aumenta el riesgo de inflación que devaluaría otros activos y monedas.
«Nuestra opinión es que el peso de la oferta monetaria, la expansión, en última instancia va a degradar al dólar, y los compromisos de la Reserva Federal, que están anclando las tasas reales, hacen que el oro sea bastante sólido», cree Lisa Shalett, directora de inversiones de gestión de patrimonio en Morgan Stanley.
Se pronostica que el oro podría alcanzar los 1.800 dólares la onza para fin de año impulsado por tasas de interés ultrabajas.