El Departamento de Justicia de Estados Unidos está investigando si los manifestantes que este miércoles asaltaron el Capitolio, durante la violenta protesta en apoyo a Donald Trump, robaron algo que pudiera contener información confidencial relacionada con la seguridad nacional.
«Documentos y materiales fueron robados, y tenemos que identificar qué fue lo que hicieron, mitigar [el posible daño]. Podría eventualmente haber asuntos de seguridad nacional», dijo el fiscal general interino del Distrito de Columbia, Michael Sherwin, durante una rueda de prensa este jueves.
Sherwin dijo que probablemente llevará «varios días determinar qué pasó exactamente, qué fue robado y qué no», y detalló que durante la incursión en el Capitolio, además de documentos, también fueron robados «dispositivos electrónicos de las oficinas de los senadores».
CBS News reportó que uno de esos dispositivos es un portátil que podría contener información sensible relacionada con cuestiones de seguridad nacional.
El congresista demócrata Rubén Gallego apuntó, además, que durante el asalto cualquiera pudo haber dejado micrófonos de escucha, y planteó la posibilidad de que adversarios extranjeros de EE.UU. hayan aprovechado la protesta para infiltrarse en la multitud y entrar en el Capitolio.
Sin embargo, la jefa administrativa de la Cámara de Representantes afirmó el jueves, en una nota interna para el personal, que para el momento no había indicios de que la red interna de la Cámara de Representantes estuviera en peligro.