Jesús Vizcarra Calderón, no necesita presentación y hoy por hoy, no es solo es el empresario más altruista de Sinaloa, sino de todo el país, cuando después de poco más de dos décadas inicio su proyecto social, como la parte humana de su conglomerado SuKarne y convertida en la tercera institución de salud del país, trabajo casi en todo el territorio nacional y atiende a más de 15 millones de personas al año.
Entonces, en los tiempos de Vicente Fox, las aportaciones fiscales a las instituciones de asistencia privada (IAP), era hasta el diez por ciento que podían deducir las empresas, empezó Salud Digna, la que entonces causó inquietudes de inconformidad en el gremio médico y en el de la salud en general, inquietudes que al paso del tiempo se fueron apagando y superando, ganando a pulso la confianza, el respeto y el reconocimiento de la sociedad.
Mucho batalló el Dr. Humberto Gómez Campaña en su labor de convencimiento y reclutamiento de personal médico porque no asimilaban que una IAP adquiriera niveles tan notables y ambiciosos, resultando el más difícil, el de los prejuicios contra los ricos y sus dificultades para prestar labores de altruismo y caridad.
Tema que escuché en Guasave en una discusión sobre el rol social que vendría a jugar “Salud Digna” en Sinaloa. Las palabras, en sentido contrario muy pronto fueron superadas y los que admitieron las ideas de darle la bienvenida en un esfuerzo social, en muy poco tiempo se quedaron cortos.
Muy pronto, los trabajos de organización del Dr. Humberto Gómez Campaña empezaron a cristalizar y poco a poco, fue convirtiéndose en referente obligado en los servicios de salud.
Tan pronto, que fue en el segundo año de gobierno de Jesús Aguilar que conveniaron “Salud Digna” y el gobierno de Sinaloa, a través del DIF que encabezaba Doña Rosy de Aguilar (QEPD), cuando lanzaron la campaña contra el cáncer en la mujer (el de mama y cervicouterino, principalmente), campaña que se convirtió en una lucha contra los prejuicios primero y de ahí la detección temprana de ese mal.
A Jesús Vizcarra y el Dr. Gómez Campaña, no los desanimó que el gobierno federal, por decreto de los diputados, disminuyeron el apoyo fiscal de la empresa “SuKarne” a “Salud Digna” a un cinco por ciento. Por el contrario, pareció que le inyectó más energía, cuando antes de cumplir sus primeros diez años, se proyectó a la mayor parte del país, al grado que ahora incluso, han rebasado las fronteras para incursionar en otros países donde la empresa “SuKarne” tiene filiales, también han construido “Salud Digna”.
Por eso yo siempre recuerdo al amigo Héctor Melesio Cuén con su frase de batalla “cuando se quiere, se puede”, lo que de seguro lo es también de Jesús Vizcarra, porque en la vida no solo se trata de poder, en buena medida está la voluntad el querer hacer las cosas y eso, no cualquiera lo tiene.
Si no, pregúntese usted, ¿a cuántos empresarios ricos conocemos que a lo más que cooperan, es con las limosnas en la misa del domingo? A la mayoría sin duda.
