No cabe duda que cuando la memoria es flaca o interesada, la amnesia de muchos se hace presente y olvidan hasta lo más elemental, como ocurre con la ASE, que para varios resulte “sospechoso” que en tiempos electorales hagan comparecer a su titular, Ema Guadalupe Félix Rivera, quien ya había sido convocada el pasado 19 de marzo y no acudió, con pretexto de la pandemia, para hacerlo finalmente este martes 27 de abril, ante la presión que ejerció el congreso para cumplimentar lo que la ley establece de explicar y aclarar respecto a su informe anual que le presenta al congreso del estado.
Este hecho se envolvió por varios comunicadores y articulistas como un “asunto sospechoso” porque “estamos en campaña electoral”, cuando es un debate que tiene más de dos años, desde que llegaron los actuales diputados y encontraron a la ASE postrada ante el gobierno estatal y la ley de obra pública a modo para que el ejecutivo estatal dispusiera de todo el presupuesto, incluidos los municipios y empresas paraestatales y paramunicipales.
La lucha más intensa y profunda de Morena, después del 1 de julio de 2018, cuando arrasaron en la elección, fue tratar de desmantelar el acomodo de la ley y la ASE por el gobernador para disponer del gasto en obra y que cualquier irregularidad fuera subsanada al gusto del mismo.
Fue histórica aquella comparecencia del secretario de obra pública del estado, Osbaldo López Angulo, quien fue cuestionado severamente por la presidente de la comisión de obra pública, diputada Flora Miranda, quien acusó al gobernador Quirino Ordaz de beneficiar con obra pública a expriistas, familiares y amigos del gobernador, enfatizando “todo eso es corrupción aquí y en el tercer piso”.
Debe reconocer, le señaló al secretario de obra, “que existe un permanente desvió de recursos públicos para el apoyo directo de los intereses particulares del gobernador”.
La diputada morenista, Flora Miranda, fue radical y contundente con denuncias concretas de beneficiarios, montos y tipo de obra que les hicieron, cuestiones que nunca, en ningún momento, la ASE y su titular Ema Guadalupe Félix, han tentado ni en lo más mínimo cuando se trata de alrededor de 1,200 millones de pesos para beneficios de particulares.
Por eso llama mucho la atención que se interprete que Morena, cumpliendo un mandato de la ley para que la auditora comparezca, se diga que se está “armando ruido” desde el congreso en plena campaña electoral, cuando es obligación de la ASE informar, comparecer, subsanar y de hasta acusar ante la fiscalía general del estado, o multar cual fuere el caso a cualquier ente público que haya usado recursos públicos al margen de la ley.
Son, por lo menos, injustos los juicios que hablan de suspicacias políticas cuando consta en archivos, actas y resoluciones del congreso todo el esfuerzo que hicieron las y los diputados de Morena por desmontar el andamiaje del ejercicio patrimonialista de la obra pública, que por ello no es fortuito tampoco que le hayan solicitado la renuncia al cargo a la titular de la ASE. Y dicen que no es cierto.