La ineficiencia de la CFE en Sinaloa

    Imagen ilustrativa. Foto: @CFEmx

    La CFE, desde el arribo de Manuel Bartlett como director general y la 4T como gobierno de la república, dejo de ser una empresa eléctrica de clase mundial, para convertirse en una empresa deficitaria, incompetente e ineficaz ante las exigencias del mercado nacional, la competencia con el sector privado y la incapacidad de generar energía eléctrica, no ya para la autosuficiencia nacional, sino tan siquiera para ser el productor mayoritario del país.

    Tanto es así, que sigue priorizando la producción de electricidad “sucia”, elevando extraordinariamente sus compras de carbón y combustóleo como combustible de las termoeléctricas, cuando se construyeron 7 mil kilómetros de gasoducto (contrato inédito en la historia de CFE) para convertirlos en plantas de ciclos combinados y dejar de quemar ese combustible tan contaminante como el carbón y el combustóleo, siendo el gas natural, un combustible diez veces menos contaminante que los anteriores.

    Casi 40 mil millones de dólares fue la inversión de los gasoductos, el más importante, el que va de Texas a la península de Yucatán y lo peor, teniendo grandes yacimientos de gas en “la cuenca de Burgos” en el norte del país, por allá en Coahuila, Nuevo león y Tamaulipas, no se explotan.

    Pues ahí tiene usted, que hace unas semanas, cesaron de manera fulminante a los superintendentes de Mazatlán, Culiacán, Guasave, Los Mochis y Hermosillo, junto con el jefe de la división noroeste de CFE, y ¿sabe usted por qué?, porque son de las diez regiones del país donde más electricidad se pierde (se roban dirían otros).

    Pero el problema no es por allí, sino que al seno de CFE hay tantas deficiencias que ya se convirtieron en una metástasis en el conjunto de la empresa, que los incapacita para atender los problemas cotidianos que surgen en esa gran industria nacional.

    Y como no, si no tienen grúas (tan elementales), que solo tienen una en cada ciudad, que los déficits en herramientas, equipos e insumos y con esto cada día van más a la alza los problemas, que los trabajadores prácticamente no tienen con que trabajar y que lo único con suficiencia, es lo que administra y cobra.

    Pues así, los apagones se convirtieron en recurrentes, en todos lados y cada vez más prolongados. No se podan ya los árboles que interfieren con las líneas y en general, cada vez más, recurren a empresas privadas para subsanar esta situación a empresas particulares medianas y grandes, que dicho sea de paso ya están creando sus propios equipos.

    Pero ¿Qué ocurre con el pequeño consumidor y los servicios generales a la sociedad?, exacto, un desastre, y aquí es donde entran los gobiernos locales, los del estado y de los municipios.

    ¿Por qué el gobierno estatal suspendió el ciclo escolar 2022-2023, un mes antes de que concluyera? Por la simple razón de que 1200 escuelas del sistema básico, el 20% del total, no tenían aire acondicionado y las temperaturas del veráno ya eran insoportables. ¿Y usted cree que lo subsanaron? ¡Claro que no!

    Por lo que no es casual ver niños debajo de los arboles tomando clases y otros yendo dos o tres horas a la escuela, como el kínder de “Cohuibampo” en Ahome, la de “Ocoroni” en Sinaloa de Leyva, las de Mazatlán y así puede recorrer usted varios municipios.

    ¿Y que otros problemas tienen? Pues que hay más de 400 pequeños sistemas de abasto eléctrico en Sinaloa, no tienen conexión por CFE por la burocratización de la empresa que exige documentación por regla que vienen de hace más de 40 años como lo es el concepto de “servidumbre de paso” y la carencia de equipo y materiales e insumos para los trabajadores y el conjunto de subestaciones ya requieren ampliaciones como lo evidencio la construcción de la plaza “la ceiba” en Culiacán, que sus dueños tuvieron que resolver el problema, y lo que ocurre en Mazatlán, que su población flotante creció exponencialmente (se calcula que actualmente llega a ser de un millón de personas) y no se amplia ni el equipo, ni los servicios, calculándose que se requieren por lo menos 3 subestaciones más en Mazatlán, 4 en Culiacán y 2 en los Mochis.

    Y ante todos estos problemas de la CFE y la sociedad sinaloense, ¿Qué hace el gobernador Rubén Rocha? Yo no lo se y no sé si usted sepa algo, pero parece que no porque no hay soluciones, por lo que sería bueno un encuentro con Manuel Bartlett y decirle lo que pasa.

    Si, corrieron a los superintendentes y al jefe de división, pero eso no resolvió nada, lo que nos trae a la memoria un viejo recuerdo de un presidente municipal de Sinaloa de Leyva, Aarón Verduzco, quien a través del senador Aarón Irizar y el diputado federal Alfredo padilla, concretaron una reunión con el entonces director general de CFE Enrique Ochoa Reza, porque en su municipio tenía 45 obras eléctricas en pequeños poblados sin conectar por CFE, con consecuencias para escuelas, agua potable, servicio doméstico y alumbrado público, problema que no creía el director nacional, lo que verifico y en tres días se resolvió toda la situación.

    ¿Por qué Rubén Rocha no lo hace? ¿No le parece a usted? La gestión también es trabajo del gobernador.

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