La propuesta de MORENA para la venta de cerveza


    En la década de los sesentas gobernaba a Sinaloa, Leopoldo Sánchez Célis. Había nombrado en la Secretaría General de Gobierno, a su amigo Alejandro Barrantes Gallardo y en la Tesorería a Alfredo Valdés Montoya, quien sería su sucesor en el gobierno. Desde el primer día de su administración, Sánchez Célis, advirtió en su discurso de toma de posesión que combatiría el vicio en Sinaloa, pues afirmó que “rehusamos categóricamente ese primer lugar que se nos ha conferido como consumidores de cerveza en la República”. Dijo que en “ninguna zona o lugar adyacente a una cooperativa, a un centro de trabajo, a una escuela o a un ejido, permitiremos que existan centros de degradación o de vicio, simulados o abiertos”.

    Sánchez Célis emprendió una lucha permanente en contra de los aguajes y clausuró las famosas vinatas en la zona rural, donde se destilaba alcohol y mezcal. Defendió su política en contra de las bebidas embriagantes hasta en la Suprema Corte de Justicia de la nación, donde había acudido las grandes compañías cerveceras del país y fue un convencido de la defensa del salario y del patrimonio de las clases obrera y campesina. Otro gobernador que se distinguió por combatir la venta ilegal de alcoholes y la cerveza, fue Alfonso G. Calderón, quien gobernó la entidad en el periodo 1975-1980. La cerveza sin duda alguna ha sido, controlada por los gobiernos siguientes en el estado, para otorgar favores políticos y dar los permisos de expendios a gente cercana al poder, lo cual ha traído la concentración de los permisos en pocas manos, con una relación muy estrecha de las compañías cerveceras.

    Podríamos decir que con la llegada de las tiendas de conveniencia, que están diseminadas por todas las ciudades y rancherías, la cerveza está al alcance del consumidor, además de los expendios y agencias que son puntos de venta al público. Sin embargo ha surgido la propuesta dentro de la bancada de MORENA en el Congreso del Estado, de modificar la Ley sobre Operación y Funcionamiento de Establecimientos destinados a la Producción, Distribución, Venta y Consumo de Bebidas Alcohólicas del estado de Sinaloa, vigente desde la época del gobierno de Renato Vega Alvarado, para permitir que las bebidas alcohólicas se puedan vender al público hasta en los abarrotes o tienditas de la esquina.

    La propuesta para reformar la Ley de Alcoholes, surge dentro de la agenda legislativa según lo anunció la diputada Graciela Domínguez, líder de la bancada morenista y Presidenta de la Junta de Coordinación Política, quien reveló que “en el caso de Alcoholes lo que buscamos es que se pueda liberar, que podamos estar como otros estados donde cualquier abarrote pueda haber permiso para que se venda cerveza, que no esté controlado como actualmente ha estado monopolizado”. El control sobre los permisos de Alcoholes, añadió, “ha servido para la política, para llevarlo “a otros terrenos”, “para la corrupción”, completó otra de las morenistas, presentes en la conferencia de prensa llevada a cabo en la sede del Congreso.

    Abundó la lider morenista que “Tenemos estados vecinos donde no hay problema; al contrario, hay venta en los abarrotes y eso no ha significado que haya un descontrol en el tema del alcoholismo, al contrario, ha venido a regular también la venta ilícita”. En Sinaloa el debate sobre la liberalización de la venta de cerveza se ha dado en anteriores legislaturas, desde hace décadas, sin embargo esta idea se ha ido a la “congeladora”, por decisión de anteriores legislaturas dominadas por el PRI y hoy, que este partido no controla más el Congreso del Estado, con mayoría simple de 23 votos, se puede sacar adelante la reforma a la Ley de Alcoholes.

    Ya veremos los tiempos en que podrían darse las discusiones, sobre esta reforma a la Ley de Alcoholes, para echar abajo el andamiaje  de protección y concentración de los permisos dados a la gente amiga del poder y en su debido tiempo procesar la reforma, con la finalidad de que conjuntamente la representación del Ejecutivo Estatal y los diputados se reúnan y discutan los pros y contras de esta pretendida reforma, pues aunque ya se sabe las bebidas alcohólicas y la cerveza están al alcance de la mano de los consumidores en las tiendas de conveniencia, el poder llevar su distribución a los “abarrotitos de la esquina”, conlleva el deseo de liberalizar los permisos que por décadas han sido controlados por la autoridad. 

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