Los trágicos acontecimientos que envolvieron a la ciudad de Culiacán, hace justo una semana, con balaceras y enfrentamientos entre elementos de la Guardia Nacional y grupos del crimen organizado, con motivo de un operativo para detener a Ovidio Guzmán López, con base en una solicitud del gobierno de Estados Unidos, con fines de extradición, crearon el caos en la ciudad, con vehículos incendiados, camiones atravesados, muertos y heridos, que mantuvo a los ciudadanos refugiados en sus hogares, negocios, restaurantes y tiendas departamentales.
Cientos de denuncias en “redes sociales y la movilización de diferentes corporaciones obligó que la arteria principal de la ciudad y otras zonas importantes cerraran vialidades como precaución ante constantes enfrentamientos entre grupos de civiles armados y militares”. Tras casi tres horas de caos y narcoterrorismo en la capital sinaloense, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal confirmó que en un operativo identificaron a uno de los hijos de Guzmán Loera, de nombre Ovidio Guzmán López.
Todo comenzó, según cita Alfonso Durazo, en un video compartido en redes sociales, que una patrulla que realizaba rondines en la zona del Desarrollo Urbano Tres Ríos fue atacada.“Cuando fueron agredidos desde una vivienda; el personal de la patrulla repelió la agresión y tomó control de la vivienda, localizando en su interior a cuatro ocupantes. Durante dicha acción se identificó a uno de ellos como Ovidio Guzmán López”, explicó Durazo Montaño en el video.
“Lo anterior generó que varios grupos de la delincuencia organizada rodearan la vivienda con una fuerza mayor a la de la patrulla, así mismo otros grupos realizaron acciones violentas en contra de la ciudadanía en diversos puntos de la ciudad, generando una situación de pánico. Con el propósito de salvaguardar el bien superior de la integridad y tranquilidad de la sociedad culiacanense, los funcionarios del Gabinete de Seguridad acordaron suspender dichas acciones”. El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, quien estaba por abordar un avión para dirigirse a Oaxaca, expresó que él había “estado de acuerdo con la determinación del gabinete de seguridad, para liberar al hijo de Joaquín Guzmán Loera.
Aseguró que fueron ellos, los Secretarios de Seguridad, Marina y Defensa nacional, los que tomaron la decisión de liberar a Ovidio Guzmán López, “porque la situación se tornó muy difícil y estaban en riesgo muchos seres humanos”. “ Se decidió por proteger la vida de las personas y yo estuve de acuerdo con eso, porque no se trata de masacres. No pueden valer más la vida de los delincuentes que la vida de las personas. Ellos tomaron esa decisión y yo la respaldé”.
La Secretaría de la Defensa Nacional, dio a conocer que el saldo violento de la jornada del jueves por la tarde, fue de Un civil fallecido, un agente de la Guardia Nacional fallecido, un oficial y 5 agentes de la Guardia Nacional heridos por arma de fuego, 7 elementos de tropa del Ejército y Fuerza Aérea heridos por arma de fuego, Un oficial y 8 elementos de tropa retenidos y liberados sin lesiones, un policía estatal y dos policías municipales heridos por armas de fuego, dos custodios del Centro Penitenciario de Aguaruto, Culiacán, que el jueves se reportaron fallecidos, habían sido privados de la libertad, pero fueron liberados, 14 agresiones con armas de fuego a personal del Ejército Mexicano y Guardia Nacional que acudieron en apoyo de la Policía Ministerial y de la Guardia Nacional que se encontraban comprometidos.
También 42 vehículos de civiles fueron despojados con violencia, 9 vehículos incendiados en varios puntos de la ciudad, 3 de ellos autopatrullas, 8 vehículos militares y un helicóptero con impactos de armas de fuego. Hubo 19 bloqueos de diferentes vialidades. Se agredió al Cuartel General de la Novena Zona Militar en Culiacán y en la unidad habitacional de la Novena Zona Militar se agredieron con armas de fuego las instalaciones de las familias de los soldados. También se registró agresión el edificio del C4 de la Policía estatal en Culiacán y el puesto de vigilancia de El Limón de Los Ramos. En el municipio de El Fuerte se agredió el puesto de vigilancia de Estación Sufragio y la base de operaciones de la cabecera municipal. En el penal de Culiacán, hubo un amotinamiento y evasión de 55 reos y se Sustrajeron cinco armas largas y dos cortas. También falleció un interno que disparó un arma de fuego en contra de los policías preventivos.
Al día siguiente por la mañana, con la presencia del Gabinete de Seguridad del Gobierno Federal, en el Salón Gobernadores, de Palacio de Gobierno, se llevó a cabo una conferencia de prensa, en la que estuvo el gobernador Quirino Ordáz Coppel, a quien se le vio apesumbrado por los acontecimientos. Fue el Gral. Luis Crecencio Sandoval, quien informó que, contrario a lo que habían informado el jueves, que el enfrentamiento inicial con el hijo de “El Chapo” había sido fortuito, en realidad después les informaron que sí era un operativo planeado de detención, por parte de personal de la Policía Ministerial Militar y de la División Antidrogas de la extinta Policía Federal, hoy Guardia Nacional.
“Este personal, en un afán de obtener resultados positivos, actuó de manera precipitada con deficiente planeación, así como falta de previsión sobre las consecuencias de la intervención, omitiendo además obtener el consenso de sus mandos superiores; consecuentemente, el Gabinete de Seguridad no fue advertido de las acciones que realizaron”, dijo el General.
Se trató pues de un operativo mal planeado que desembocó en el caos por toda la ciudad y puso en peligro a la ciudadanía. Ahí quedará para la historia, el análisis del actuar de las autoridades del gabinete de seguridad. Ordenaron cesar hostilidades y acordaron liberar a Ovidio Guzmán Loera, por el bien de la ciudadanía, de la paz y de la tranquilidad. La prensa mundial lo describió como la derrota del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pues el crimen organizado había puesto de rodillas al gobierno federal. Los hechos del jueves pasado, desnudaron las acciones del gobierno federal, pues los soldados que se suponía estaban en la Base Militar del Saúz, habían salido de Sinaloa y por ello el gobernador Quirino Ordáz Coppel, anunció que aunado a los 230 elementos de elite del ejército mexicano, que arribaron a Culiacán, Vía aérea, llegarían más tropas, hasta completar 600 elementos, para brindar la seguridad pública resquebrajada.