Después de un breve intervalo, El Reflector ha vuelto. ¿Sinaloa vive una tercera ola de Covid? No estamos seguros si es la tercera o la cuarta, porque el virus nunca se ha ido, solo estuvo unos meses ‘invisible’, curiosamente durante las campañas.
Pero terminado el proceso, la realidad es que una nueva ola de contagios está de vuelta.
En este nuevo incremento de casos en Sinaloa, todos somos responsables. Claro, el gobierno tiene mucho que ver, porque los operativos que tanto presume la Coepriss y su director, Jorge Alán Urbina, no los vemos por ninguno lado, más que sólo en los comunicados oficiales.
El claro repunte de enfermos entre familiares, y conocidos es una realidad, coinciden muchas personas que hoy están penando por ello. Unos graves, otros menos, pero al final cientos de contagiados.
El pasar de 35 casos diarios hace un mes, a los 115 que ayer se presentaron, nos dan un crecimiento del 300 por ciento, que no es otra cosa que un descuido y relajamiento. Fiestas, quince años, bodas y reuniones masivas ya hay desde hace meses. Eso todos lo ven. Y si a eso le sumamos las graduaciones escolares en puerta, donde todavía ni la Sepyc, ni Protección Civil, definen qué medidas se tomarán, usted ya se puede imaginar.
Lo paradójico ha sido ver cómo, desde un Gobierno del Estado, donde se debe poner el ejemplo, hay un nuevo rebrote en muchas áreas con algunas víctimas mortales. ¿Y las autoridades? Esas siguen muy relajadas como si nada pasara.
¿Inzunza se va con Rocha?
La idea de que Enrique Inzunza Cázarez sea parte del gabinete del gobernador Rubén Rocha Moya, cobra cada vez más fuerza. Desde hace cinco días nos trascendió de la supuesta integración del hoy presidente del Poder Judicial al equipo de transición “del profe”. Es sabido que el abogado guarda una amistad cercana con el mandatario electo.
Lo cierto y donde la versión suena más firme, es que el magistrado presidente, nos dicen, acaba de iniciar su proceso de jubilación para retirarse con una fuerte suma económica. Sáquele cuentas: el abogado recibe un salario mensual de 150 mil 770 pesos, más que el mismo gobernador Quirino Ordaz Coppel.
Consultado al respecto, a esta columna nos aclaraba el gobernador electo Rocha, que mientras Inzunza esté de presidente del Tribunal de Justicia, “no puede participar” en el equipo de transición. Ya con eso podemos adelantar una cosa: no se descarta totalmente. En las siguientes semanas sabremos.
Badiraguato y Salvador Alvarado, juntos.
Llamó la atención en el mundo político, la reunión que mantuvieron los presidentes electos de Badiraguato y Salvador Alvarado, José Paz López Elenes y Armando Camacho “El Iguano”, respectivamente.
El encuentro fue este miércoles en la ciudad de Guamúchil, en el restaurante Cajeme, donde platicaron los dos en una mesa privada. Nos comentan que ambos ediles electos hablaron de proyectos de desarrollo para la región. De programas y obras que impulsen economía y el empleo, tomando en cuenta que la pandemia fue el parte aguas para la pérdida de miles de trabajos y el cierre de muchas empresas.
Ya veremos qué se materializa de este acercamiento entre ambos alcaldes para esta región, luego del 1 de noviembre. Lo que queda muy claro es que vemos una buena relación en ambos.
Trampa mortal, sin control.
En otro tema. Resulta que nadie le pone atención. La construcción de lo que será el nuevo Puente Bimodal en el río Humaya, a la altura de conocido boliche, está a la deriva. Para poder trabajar la constructora ha hecho una represa para contener el paso del agua, pero no ha hecho nada para evitar que la gente se cruce el río entre los escombros de la obra y caiga al agua al resbalar. Por las tardes, ya que la obra queda sola, nadie controla que jóvenes, por diversión se metan a caminar sobre la represa y crucen al otro lado de la ribera del río. No hay policías, no hay cinta amarilla, y menos personal de Protección Civil. Los de Protección Civil parece que ni trabajan, porque nadie se ha preocupado por bloquear el paso de la obra que cruza el río. Es su chamba. Ojalá no tenga que pasar una tragedia cuando las autoridades de la Secretaría de Obras Públicas, dirigida por el contador Osbaldo López Ángulo, se den cuenta de la trampa mortal que dejaron.
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