Como lo dijimos en columnas pasadas: la ratificación del exgobernador Quirino Ordaz Coppel como Embajador de México en España es un hecho. Las cosas están planchadas desde Palacio Nacional y así será. La línea está pintada con plumón. El mazatleco tiene lista su maleta para viajar al aeropuerto de Madrid, y ahí al número 46 de la calle Carrera de S. Jerónimo en Madrid.
Ayer el ex mandatario sinaloense compareció ante las comisiones unidas del Senado y recibió 21 votos a favor, tres en contra y tres abstenciones, nada que le preocupe. Durante su intervención se le vio seguro y sin mucho aspaviento.
Ahora solo falta que el dictamen aprobado en comisiones sea leído y discutido en el pleno. Lo que sí sabemos es la siguiente semana se vota y que el día de la discusión sí habrá algunos posicionamientos duros del PRI. Los priistas no se quedarán con las ganas, aquellos que se sienten traicionados. Pero veremos hasta dónde se animan personajes como el senador Manuel Añorve Baños, quien ha sido un duro crítico de Quirino.
Ayer el dos veces expresidente de Acapulco le dijo a Quirino que lo más digno, como priista, debió haber sido declinado la invitación del presidente López Obrador, pero de ahí no pasó. Se le miró mesurado.
Sindicato, ¿titubeante?
Ayer, el recién estrenado secretario general del SNTE sección 27, Genaro Torrecillas López salió a decir nada. Citó a los medios de comunicación a una conferencia de prensa, donde los reporteros esperaban un anuncio, es decir una noticia.
Torrecillas, quien salió a leer un comunicado, no solo sin saber leer textualmente, sino titubeando, no dio a conocer ninguna novedad del paro de labores que mantienen miles de maestros en escuelas públicas de Sinaloa, afectando la educación de los que menos culpa tienen: los niños y niñas.
Cuando los medios lo cuestionaron sobre los avances de las negociaciones con el Gobierno Estatal, no dio ningún dato concreto, solo que se dedicó a decir que lo está «analizando». Finalmente lo medios salieron con más preguntas que respuestas. No hubo nada relevante que evidencie una luz al final del camino que dé por terminado este conflicto que afecta a los estudiantes. Y como dice el dicho, “no está el horno para bollos”, ante una educación tan mermada con una pandemia de dos años, y luego con paro de labores en las escuelas.
Finalmente, los recientes desacuerdos que mantienen Torrecillas López con el gobierno de Rubén Rocha Moya, son de pesos y centavos. No hay otro interés.
Cosas de partidos.
Nos dicen que ni más ni menos, Alberto Salas Beltrán, el ex secretario de organización del PRI Sinaloa, aquel que acusó que fue levantado por personas armadas en la elección de junio de 2021, se fue a otro partido.
El político se fue con los de enfrente y renunció a muchos años de militancia del PRI. Se fue como Secretario de Organización del Partido Verde Ecologista, o sea de lo mismo.
La duda salta a la razón: ¿Cómo una persona que sufrió un delito grave ahora vuelve a salir a la luz pública como si nada hubiera pasado nada? Otros más se preguntan si habrá llevado información electoral del PRI al Partido Verde. Por cierto, un partido que ha demostrado ser un satélite y solo estar con quien está en el poder. Hay gato encerrado.
PRI cambiará de piel.
Y hablando del tricolor. Lo que se lo dijimos hace un mes ayer lo reiteró la presidenta del PRI, Cinthia Valenzuela Langarica. Ya se cocina desde la Ciudad de México en el Comité Ejecutivo Nacional la convocatoria que saldrá en los próximos días para elegir a su nuevo dirigente. Veremos cuántos o cuántas se apuntan o si hay unidad entre los priistas. Lo cierto es que la dirigencia está entre dos personajes del centro-norte.
Por lo que sabemos será un proceso rápido que no durará ni un mes, y seguro de quién gane como presidente, buscará la relección para 2023. No se olvide que será presidente sustituto para concluir el periodo que dejo Jesús Valdés Palazuelos. Al tiempo.
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