Estamos a dos años de las elecciones federales de 2018 donde se eligió al presidente de la República y a un año de las elecciones federales intermedias del 2021, para elegir 3 mil 505 cargos de elección popular. Serán 15 gobernadores, 500 diputados federales, de los cuales 300 diputados de mayoría relativa y 200 de representación proporcional.
Hacemos una pausa. Creo es interesante comentar algunas cosas que pasaron y que influyeron en los resultados del 2018 y que querrán repetir en las elecciones del 2021. Una de ellas serán las redes sociales, o como dijo el presidente cuando tomo posesión: las benditas redes sociales.
Las elecciones fueron atípicas, por principio de cuentas, los 30 millones 113 mil 483 votos le dieron a Andrés Manuel López Obrador una ventaja de 30 puntos en comparación al segundo lugar de la elección, lo cual no pasaba desde las elecciones federales de 1982.
Cuando inició el actual sexenio (diciembre de 2018), la esperanza de un nuevo despegar político y económico nacía con las promesas del nuevo Presidente. El inmenso apoyo del voto de mexicanos que cifraban sus esperanzas en el eterno candidato de las “izquierdas”, cobijado por diversos partidos por más de 12 años, y ahora sí se hacía realidad lo de que “la tercera es la vencida”. ¿Pero cómo se llegó a una cantidad de más de 30 millones de votos? ¿Qué motivo una participación de 62.65% por ciento de votantes en la elección? ¿Cómo logró el candidato de la oposición obtener la Presidencia de la República, la mayoría en las dos cámaras legislativas federales y las presidencias municipales de las ciudades más importantes que estuvieron en elección?
La estrategia para debilitar al régimen priista fue pensada con un impacto directo desde las redes sociales, ya no solo eran los videos o noticias desde YouTube, sino se amplió a los blogueros, se inició la comunicación masiva que el Whatsapp, daba en los teléfonos celulares, así como Snapchat, Instagram y Twitter.
Primero se inició con grupos que se dedicaban a dar seguimiento a los actos de gobierno donde magnificaban cualquier error –no de forma, ni de fondo- sino en cosas banales como equivocarse en un discurso o errores sin importancia, posicionando dos objetivos en la percepción pública. La primera: generar la imagen de un régimen corrupto y autoritario lo cual no permitía que la estrategia de comunicación social de Presidencia mostrara beneficios y logros del Gobierno que pudieran incidir en la percepción social (ayudado este objetivo con los escándalos de la Casa Blanca, los 43 estudiantes desaparecidos, la fuga del Joaquín Guzmán Loera, gobernadores corruptos). La segunda: magnificar cualquier error del presidente Peña Nieto para generar la percepción de que era torpe o que estábamos gobernados por una persona vacía, superflua y sin preparación.
A partir del más mínimo error se producían memes, videos, caricaturas que se difundían en todas las redes sociales; todo ello fue el laboratorio de la estrategia que se usaría en el periodo de campaña y las elecciones del 2018.
La estrategia principal era enviar memes, videos, caricaturas a través de todas las redes sociales donde se destacara la imagen y propuestas de Andrés Manuel López Obrador (MORENA) y al mismo tiempo atacar a sus dos contendientes, Ricardo Anaya Cortes (Alianza PAN-PRD) y a José Antonio Meade Kuribreña (PRI).
¿En qué consistía eso? Si había en las redes sociales algo que defendiera a cualquiera de los dos contendientes o señalara alguna propuesta de campaña propositiva era inmediatamente atacado con todo lo anterior descrito, con lo cual se atacaba directamente a la persona no a la idea. La argumentación fue sustituida por el ataque personal o en la descalificación del instituto político, generalizando y calificando de corruptos a todos aquellos que no apoyen -en este caso- al candidato de MORENA. Pensamos que todo aquel que pensaba diferente a él era señalado como quien quería lo peor para su sociedad y país.
Los grupos de redes de MORENA llamados redmorena, AMLOvers y grupos conformados por unamitas (Universidad Autónoma de México), de la Universidad Autónoma Metropolitana, de la Universidad creada por AMLO (Universidad de la Ciudad de México) eran un ejército que se nutría de todos aquellos grupos de la izquierda que tenían sus raíces en la Ciudad de México, grupos politizados en el extremismo de la izquierda radical la cual admira a los regímenes comunistas, socialistas y tiránicos como el cubano, venezolano, nicaragüense, boliviano.
Con esta estrategia de redes sociales empezaron a posicionar las propuestas de campañas: crecimiento económico del país en un 4% (el crecimiento es negativo de -0.1% en el 2019 y de acuerdo a la OMC Organización Mundial de Comercio en el 2020 se espera un crecimiento negativo de -6.6%). La economía mexicana reporta una caída histórica de -18.9% durante el segundo trimestre de 2020, de acuerdo a resultados ajustados por estacionalidad de la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto trimestral del Inegi.
La desmilitarización de la seguridad en el país. Como ejemplo, actualmente la Guardia Nacional tiene mandos militares y más del 65% son militares y marinos, las aduanas y la migración están a cargo de los militares y los marinos. La construcción del aeropuerto de Santa Lucia y será administrado por militares, y así como esas dos propuestas de campaña, hay muchas más que se convirtieron en promesas que hasta el día de hoy no han sido cumplidas.
En las próximas elecciones en nuestro estado y en el país, queda claro que se volverá a utilizar la misma estrategia en redes sociales. Hay que tener muy en claro que MORENA hará lo mismo en estas elecciones del 2021.
En estos momentos vivimos tiempos de espectáculo, antes que de apego a la ley, vivimos tiempos en que el gobierno federal ignora los graves problemas del país (violencia, pobreza, desastres naturales, pandemia, crisis económica profunda).
Son tiempos de confrontación con los detractores o críticos de este gobierno; se prefiere atacar a los medios que a los delincuentes, es preferible gastar en obras faraónicas de la cuarta transformación que utilizar ese dinero público para comprar pruebas de diagnóstico de Covid-19; es mejor gastar en las obras del presidente de México que en las medicinas para los niños con cáncer.
En contraste, si a través de las redes sociales se destacan todos estos problemas, entonces para MORENA vienen tiempos difíciles y para su estrategia de redes sociales. Ahora pareciera que por cada meme contra cualquier adversario político hay más memes contra el presidente.
“El Poder Corrompe, pero el Poder Absoluto, Corrompe Absolutamente”.
Lord Acton, John Emerich Edward Dalberg-Acton