Nos encontramos en momentos peligrosos para la libertad de expresión en nuestro país. El presidente Andrés Manuel López Obrador y la 4T ven cualquier signo de oposición como un ataque que los agrede y por lo tanto utilizan todos los medios a su alcance para denigrar, amenazar e intimidar a quien se atreva hablar; desde usar la tribuna pública de “la mañanera” para linchar a los medios o a quienes sienta son sus enemigos, hasta usar a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) para aterrorizar a sus detractores (como pasa en Chihuahua, y hoy le sucede al panista Ricardo Anaya).
Anaya quien es señalado como parte del caso Lozoya y que no se sabía, pero que un día después de anunciar que vuelve a la vida pública porque ve el terrible gobierno, es señalado por la UIF, que conveniente, ¿no?
Todo aquel que hace uso de su derecho fundamental a la esta libertad en relación a lo que ellos llaman su “honestidad valiente o gobierno claro y puro” que busca desaparecer las brumas del pasado, del terrible neoliberalismo o de la terrible corrupción, inseguridad e injusticias, es atacado. Así como Andrés Manuel López Obrador decía que desde ese momento los delincuentes, los rateros, los asesinos y los narcotraficantes dejarían de delinquir pues sería presidente y ya no habría necesidad de seguir delinquiendo en nuestro país, cosa que no ha pasado.
Cada vez que un medio de comunicación, programas de noticias, conductores, reporteros, columnistas, articulistas y cualquier investigador que escriba o transmita noticia alguna que él sienta lo agrede o ataque a su gobierno, entonces utiliza su “mañanera”, las redes sociales o cualquier evento de gobierno para difamar, atacar, denigrar, insultar o señalar.
Ejemplos hay muchos, desde llamarlos “chayoteros” hasta decir que el periódico “Reforma” es un “pasquín inmundo”, solo por el hecho de haber publicado en las ocho columnas la información en relación a que su cuñada Concepción Falcón, quien se desempeñaba como sindica de Hacienda –casada con su hermano Ramiro López Obrador- habría hecho un desfalco de más de 233 millones de pesos en el ayuntamiento de su natal Macuspana, Tabasco.
El primer mandatario mexicano ha atacado a Joaquín López-Dóriga, Víctor Trujillo (Brozo), Ciro Gómez Leyva, Sergio Sarmiento. De este grupo dejo al final a Carlos Loret, pues a él le ha dedicado “mañaneras” y mucho tiempo pues fue el que desnudo su integridad, su honestidad valiente y engaño de ser incorruptible, cuando por medio de su programa Loret -en la plataforma electrónica Latinus- trasmitió tres videos donde se veía al hermano del presidente de México, Pío López Obrador recibiendo dinero.
La indignación no se dejó esperar y se señalaba que debía de haber una revisión a las aportaciones a MORENA del 2015 al 2018 para ver si se habían registrado los más de 4 millones que se supone recibió Pío y que él llevaba en su registro en su libreta negra que en el mismo video llaman su “biblia”.
Ciro Gómez Leyva, presentador de noticias y periodista, referente en investigación periodística señala en una entrevista al periódico “El Universal” que “ha sido exitosa la estrategia de intimidar a la prensa”, en el país.
Esto divide al país en dos bandos: los buenos contra los malos, los “chairos” contra los “fifís”, los liberales contra los conservadores.
En días recientes han coincidido pronunciamientos al respecto de diversos actores. Por su parte, el ex ministro José Ramón Cossío señaló que en entrevista que “AMLO atenta contra la libre expresión al atacar a la prensa”, al tiempo que advirtió de un ambiente polarizado que se enfatiza con los señalamientos del Ejecutivo contra los medios.
No fue fortuito que más de 650 científicos e intelectuales signaron una misiva mediante la cual urgieron a AMLO a parar ataques contra la libertad de prensa. En lugar de mostrar una actitud abierta al diálogo, López Obrador los calificó de cómplices de la corrupción del pasado, de guardar silencio.
En este mismo tema, se pronunció Jan-Albert Hootsen, representante en nuestro país del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), quien dijo que “las descalificaciones del presidente contra los integrantes de la prensa son parte de una estrategia de comunicación política que sirve para desviar la atención de la falta de resultados de la administración pública federal”.
Esto ha llegado al grado que hay temas que en el pasado no hubiera sido posible dejar de tocarlos, investigarlos y darles seguimiento, ejemplos tenemos muchos, en el pasado hubo dureza con temas que los medios tomaron como fue la muerte de los niños en Sonora en la Guardería ABC en el periodo de Calderón, o en la desaparición de los 43 de Ayotzinapa y los sucesos desencadenados en Iguala Guerrero, en el periodo de Peña Nieto.
La crítica hoy no es así de fuerte, ni tiene la fuerza que tuvieron esos casos. En la actualidad tenemos casi 75 mil muertos por la pandemia de Civid-19, y López-Gatell dice que es normal y la prensa se limita solo a darle seguimiento a los miles de muertos. A eso hay que sumarle sospecha que hay un sub registro de muertes que podrían significar el doble de muertes de mexicanos y no pasa nada, no hay indignación y mucho menos petición de una investigación que señale a los culpables de esto, también tenemos el caso de los muertos y calcinados en Sonora de la familia Lebaron, donde murieron 12 integrantes de esta familia, fueron 3 mujeres y 9 niños asesinados con armas de grueso calibre y quemados. ¿Dónde está la indignación ciudadana y los medios señalándolo?
Hoy México tiene un panorama desolador, un presidente que ante la ONU presume la farsa de la rifa del avión presidencial como uno de sus mayores logros, y se ufana que el dictador fascista Benito Mussolini se llama así por Benito Juárez. Así mismo, nos levantamos con la noticia de que de acuerdo a las revelaciones de Jaime Cárdenas, que hoy el “pasquín inmundo” de “Reforma” publica en primer plana, el ex director que renunció al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado (INDEP), denuncia que el Instituto ha sufrido de robo de los mismo funcionarios de la 4T que trabajan ahí y que robaron oro, alhajas, manipulan subastas, se quedan con los premios y para rematarla, no han liberado 2 mil millones de pesos que supuestamente se habían usado para pagar los premios de la “rifa del avión presidencial”, por lo cual y por dignidad renunció.
Sorpresa tras sorpresa, por eso se entiende esta andanada de AMLO y sus seguidores para atacar a todos aquellos que señalen todo este tipo de corruptelas, ineficiencias y errores de este terrible gobierno que hoy sufrimos.
“Hoy nos toca defender la libertad de expresión y cualquier libertad que nos quieran ser arrancadas”.
Benito Juárez