Ciudad de México.- Sin esperar menos, la llegada de Diego Armando Maradona a la Ciudad de México generó un alboroto entre fanáticos, medios de comunicación que querían entrevistarle y su equipo de seguridad.

La aeronave del equipo Dorados de Sinaloa, que enfrentará a Pumas, llegó en punto de las 17:00 horas. Una vez que cruzo la puerta de LLegadas Nacionales, Maradona rodeado por sus guardaespaldas, fue interceptado por reporteros y aficionados que buscaban un autógrafo, inmediatamente el exfutbolista se dirigió a un restaurante a comer con todo el equipo.

En el trayecto, Diego dijo que en Ciudad Universitaria ganó ya dos partidos (Copa del Mundo en 1986 a Corea del Sur y Bulgaria), y que ahora esperaba que fuera el tercero.

Una hora después de comer, Maradona se mostraba a veces sonriente mientras avanzaba rumbo al autobús del equipo. En el camino, no pudieron faltar los fanáticos que le pedían fotos y firmas, pero Diego por protocolo de seguridad no pudo complacerlos.

Más tarde, luego de que uno de sus guardaespaldas repartiera empujones e incluso golpes ‘al aire’, el dirigente del equipo Dorados logró subir al camión mientras que aficionados lograron la firma que tanto deseaban.

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