Lo que no se habló en el 3° Informe de AMLO

    Foto: Captura de pantalla.

    Desde la víspera del martes, un día antes del informe, la bomba había estallado con la presentación de la renuncia del responsable jurídico de la presidencia de la República, Julio Scherer, cuya relevancia es mucho mayor al cargo, tanto que se le considera uno de los principales pilares de la 4T y del movimiento histórico de Andrés Manuel López Obrador.

    Su renuncia era como un cohete en la mano apunto de explotar y qué tan sólo fue pospuesta para darle curso al expediente del informe presidencial de AMLO, pero sin duda representaba un poderoso golpe para la 4T y el mismo presidente López Obrador, que perdieron a su más Leal y probablemente poderoso operador político.

    El debate sobre el tercer informe presidencial es el mismo debate sobre la eficacia del gobierno lopezobradorista, que nos recuerda el primer año, y es un hecho que va a continuar hasta el final del gobierno, por lo que en realidad emerge ahora no es la certeza de los datos del informe sino la certeza política del gobierno.

    Y sobre eso cabe decir, que los síntomas políticos reflejan que la división del país que se prefiguró en el segundo año del gobierno, ahora ha llegado a las oficinas de palacio nacional y nos habla de un reacomodo político en su interior, que arrastra ya diversas diferencias y roces al seno de la 4T que prácticamente han colocado ya en la banca a varios titulares que eran prospectos a la candidatura presidencial.

    El hecho de que con tanta anticipación el presidente López Obrador perfile a su precandidato presidencial en la figura de Claudia Sheinbaum, y en menos de un mes tumbe a los otros caballos que corrían junto a ella en la pelea por la por la punta, creo que es el factor que está precipitando este reacomodo que, decía, puede resultar jugar con un cohete en la mano para López Obrador.

    AMLO, MORENA y toda la caballería de la 4T habían trabajado un escenario muy favorable de derrotas anticipadas de la oposición, ganando 11 de las 15 gubernaturas, la mayoría en la cámara de diputados el pasado 6 de junio, habiéndoles quedado pendiente alcanzar la mayoría calificada en la cámara de diputados.

    Inexplicablemente, después de esos éxitos, el presidente López Obrador se ha desesperado, tanto que precipitó las decisiones como siempre ha ocurrido con él, que nunca tuvo competidor, y quién se atravesó lo hizo a un lado o lo convenció.

    Y por último, otra característica que estará presente de aquí en adelante, como un ingrediente determinante, será su invariabilidad, su incapacidad a modificar posiciones y, muchas veces, ni siquiera a suavizarlas.

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