Al asumir el Gobierno de Sinaloa, Quirino Ordáz Coppel, recibió el aparato de seguridad pública completamente desmantelado. En su último informe de Gobierno, “Mario López Valdez presumió una inversión de 17 mil 828 millones 404 mil 863 pesos en materia de seguridad para el estado”; sin embargo, Ordaz Coppel, denunció que su antecesor “no compró los equipos sino que los rentó y al final el Gobierno debió regresarlos”.
Menos de tres mil 800 policías, la mitad de ellos reprobados en los exámenes de control y confianza; 28 patrullas, 14 cámaras de seguridad para todo el estado y ningún helicóptero o vehículo especial “Tiger” para acciones de seguridad pública, fue la herencia que dejó Malova en esa materia a su sucesor en el Gobierno de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel.
Un reportaje de la revista Proceso, da cuenta de esa herencia que en materia de seguridad pública recibió Quirino, pues como dijo el gobernador, “recibimos un aparato de seguridad disfuncional, desmantelado, y corrompido.
Una situación lamentable en términos de personal, altos índices de corrupción, y un cuerpo policial que no cuenta con la confianza de la sociedad. Pero, además sin un sistema profesional para el cumplimiento de sus funciones, y con un elevado número de patrullas fuera de servicio, lo cual reducía el número de vehículos que proporcionaban seguridad en el estado”, señala un informe de la Secretaría de Seguridad Pública.
Dada la relación familiar de Quirino, con el Gral. Luis Ángel Fuentes Álvarez, esto le allanó el camino con los altos mandos del Ejército y convino con el Secretario de la Defensa Nacional, Gral. Salvador Cienfuegos, enviase a Sinaloa a un militar para hacerse cargo de la Secretaría de Seguridad Pública. Así fue designado el Gral. de Brigada en retiro, Genaro Robles Casillas, quien invitó al Tte. Coronel. Cristóbal Castañeda Camarillo, para hacerse cargo de la Subsecretaría de Seguridad Pública y Reinserción Social, mientras que la Subsecretaría de Estudios, Proyectos y Desarrollo, se designó al Coronel de la Fuerza Aérea Sergio Piñeiro Camacho.
La violencia desatada en Mazatlán, Elota, Navolato y Culiacán, alcanzó a mostrar que el quehacer policiaco no era para el General Robles Casillas.
Había ordenado la compra de unos drones que nunca funcionaron. Se dijo que los drones que costaron millones de pesos, no se ajustaban a las especificaciones. La realidad es que no había en Sinaloa, personal técnico adecuado para operarlos y fueron arrumbados. Hoy se sabe, que apenas han sido puesto en operación.
Un análisis a su expediente castrense mostró que no tenía experiencia operativa, salvo quizá cuando estuvo al frente como coronel del 78 Batallón de Infantería en la Ciudad de México y su etapa de oficial subalterno en el 46 Batallón de Infantería en Chiapas. De ahí en fuera gran parte de su carrera la hizo en cargos administrativos. Fue jefe de la sección de recursos humanos, coordinador pedagógico, subjefe de estado mayor, jefe de las tiendas Sedena, jefe de Estado Mayor en la zona militar de Tlaxcala y Minatitlán, Veracruz; jefe de la plana mayor de la dirección de personal de la Sedena, jefe de la sección cuarta (logística) del Estado Mayor de la Defensa, comandante de la Cuarta Brigada de Infantería, subjefe administrativo y logístico del Estado Mayor de la Defensa y comandante de la 36 zona militar en Tapachula.
La crisis de seguridad alcanzó su grado máximo, cuando se dio la fuga en el penal de Aguaruto, de cinco reos del fuero federal. La ciudad vivió momentos de tensión, por el miedo, la zozobra y algunas escuelas fueron cerradas. Esto provocó la renuncia del secretario de Seguridad Pública.
A mediados del mes de julio pasado, el Gobernador del Estado, convino nuevamente con la SEDENA, el envío de otro general para hacerse cargo de la seguridad pública en Sinaloa y se designó al Gral. Fermín Hernández Montealegre. Se trató de un cambio para apuntalar los trabajos al interior del estado, en coordinación con las fuerzas federales y militares, señaló el Gobernador Quirino Ordáz Coppel, al designar a Hernández Montealegre, señalado como uno de los presuntos operadores del software “Pegasus”, creado por la empresa NSO Group y utilizado por el gobierno de México para espiar a periodistas y defensores de derechos humanos.
El mandatario sinaloense hizo el anuncio a través de un video publicado en su página oficial de Facebook, donde señaló: “He decidido hacer un movimiento en mi gabinete y he nombrado como nuevo secretario de Seguridad Publica al General Fermín Hernández Montealegre”.
Cabe mencionar que el nuevo titular de la SSP en Sinaloa fue mencionado por diversos medios, de haber participado en la operación de Pegasus, bajo la responsabilidad del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información, durante la gestión de Arely Gómez González, como procuradora General de la República. Los subsecretarios Cristóbal Castañeda y Sergio Piñeiro Camacho, permanecieron en sus cargos.
En el evento, el gobernador Ordáz Coppel estuvo acompañado del secretario General de Gobierno, Gonzalo Gómez Flores y ahí el mandatario destacó que el nuevo titular de la Secretaría de Seguridad Pública, sería parte fundamental en el combate a los delitos del fuero común y la culminación de la construcción de la Base Militar de El Sauz, que fue inaugurada por el Presidente de la República, Lic. Enrique Peña Nieto.
En días recientes, se esparcieron rumores de la salida del Gral. Hernández Montealegre. En el marco de la inauguración del Gran Maratón del Pacífico, celebrado en Mazatlán, el gobernador Ordáz Coppel, confirmó la salida del General. “Ha sido invitado por el secretario de la Defensa Nacional, para ocupar el cargo de jefe de Inteligencia del Ejército.
Luego vendría el anuncio del gobernador de que un militar estaría al frente de la Secretaría de Seguridad Pública, lo cual se confirmó el pasado miércoles, pues se tomó la decisión de que el subsecretario Cristóbal Castañeda Camarillo, se hiciera cargo de la titularidad de la secretaría.
Es de presumirse que el nuevo secretario ya tiene el pleno conocimiento de la operatividad de la secretaría a su cargo, pues conoce a plenitud la problemática de los 18 municipios, posee una gran cualidad en materia de comunicación y por ello, no puede poner excusas para dar buenos resultados y brindar la seguridad que tanto requiere el estado, las familias y los negocios, para que se ataquen los ilícitos que suceden en las casas habitación por tanto robo, enfrentar el problema del robo de vehículos, que ha llevado a Sinaloa a ocupar el quinto lugar en este rubro, combatir el robo de cosechas y de implementos agrícolas y sobre todo, disminuir los índices de violencia que ha dejado tantos muertos en la entidad.
En el combate a la inseguridad hay que tomar en cuenta, lo expresado por la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, en la toma de posesión del Gobernador de Jalisco, quien dijo “aunque los gobernadores son los responsables directos de la seguridad pública, tendrán que coordinarse con el Gobierno Federal a través de la Secretaría de Gobernación. Tiene que haber una coordinación en materia de seguridad de los tres niveles de Gobierno, porque si no, cómo vamos a poder realmente combatir al crimen», cuestionó. Por ello, Quirino Ordáz Coppel y su nuevo secretario de Seguridad Pública, deben seguir coordinándose con la Federación, para lograr las metas de tranquilidad en Sinaloa.