Los niños con cáncer, los olvidados del gobierno

    Foto destacada López Duarte

    A penas comentamos el heroísmo de los médicos mexicanos y todo el personal de salud, la precariedad en su lucha y la insensibilidad de las autoridades a ese esfuerzo prioritario que realizan.

    Hoy tocaremos otro drama del sector salud, como es el martirio de los niños que padecen cáncer y no encuentran el apoyo necesario del sector salud.

    Cualquier enfermedad es cara, pero las enfermedades crónico degenerativas, como el cáncer, son costosísimas, tanto que solo familias de muy altos ingresos pueden solventar, pero al 90% de la población simplemente le queda acogerse al sistema de salud pública y si este no responde, esperar el final de sus pacientes, como es el caso de los niños con cáncer.

    Conocí de cerca el proceso de la organización de la Asociación Estatal de Hemofilia, por allá en 1996, poco después que se constituyó la Asociación Nacional en Tabasco, que organiza hoy en día una población de alrededor de 15 mil hemofílicos a nivel nacional y que esa organización les ha permitido grandes logros para sus enfermos.

    Aquí en Sinaloa existen 140 personas con dicha enfermedad y desde 1997 reciben su medicamento de manera regular por parte del IMSS o del ISSSTE y desde 2010 el entonces presidente Felipe Calderón decretó el derecho universal a dicho medicamento, de tal manera que cualquier persona con dicha enfermedad tiene derecho a los tratamientos, que por cierto, actualmente tiene un costo promedio de 150 mil pesos mensuales por cada enfermo (Factor K, 8 o 9, es la proteína que necesitan estas personas).

    En los casos de niños con cáncer, ya suman 672 días desde que llegó el gobierno de López Obrador, escaseando las quimioterapias y lo que ha llevado a sus familias a bloquear calles, hospitales y hasta Palacio Nacional, en busca de soluciones a tan lamentable problema, que resulta fatal.

    Así se llama la organización #UnDiaMasSinQuimio, donde van sumando los días sin que el gobierno responda por las terapias de esos niño y se acerquen más rápido a lo inevitable.

    Durante todo este tiempo los padres de estos niños en todo el país han dejado de trabajar, han rematado sus patrimonios (casas, coches) y en, en el mejor de los casos, han acabado con sus ahorros para mantener el tratamiento de sus pequeños, mientras la autoridad de salud, particularmente el director del IMSS, Zoe Robledo, mantienen su discurso frío y hasta frívolo de que ya van a atender el problema.

    Más de 20 mil niños viven en este riesgo de salud en México por falta de medicamentos y cada año se suman 5 mil, y mueren 2,600 y por la política tan irresponsable del gobierno estas estadísticas se van a modificar por lo menos en que habrá más defunciones de niños al año por esta enfermedad.

    Ni en la pandemia del Covid-19, hemofilia y en este caso del cáncer de los niños, ninguna vida debe perder nuestro país por negligencia, apatía, irresponsabilidad u omisión, porque simplemente eso es criminal.

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