Estados Unidos decidió no negociar la última propuesta que los productores mexicanos hicieron para renovar el acuerdo de suspensión del tomate, confirmó el presidente del Consejo Nacional de la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida (AMHPAC), Oscar Woltman.
En el Departamento de Comercio de EU se llevó una iniciativa porque la industria mexicana cumplía con todos los requisitos solicitados para continuar con la exportación de la hortaliza, pero «ellos quisieron no negociarla».
A pesar de la intensa lucha que ha realizado los agricultores de tomate por tratar de resolver el tema del ‘dumping’ la pelea ha sido muy dura. Los mexicanos no han logrado convencer a los productores estadounidenses.
Por ello, este 7 de mayo, Estados Unidos empezará a cobrar un arancel aproximado del 17.5 por ciento a las exportaciones del tomate mexicano, por el valor de los 2 mil millones de dólares anuales a nivel nacional.
Alrededor de 400 mil trabajadores directos se verían afectados, con el nuevo impuesto que acaba de establecer Estados Unidos.
«El acuerdo que queríamos firmar no fue aceptado por la contraparte, lo rechazaron sin decirnos qué les gusta o no les gusta», afirmó el líder.
Por ello hasta ahora sigue sin haber un acuerdo que, desde 1996, frenó la investigación antidumping contra los envíos de tomate hacia el vecino país del norte.
Cabe destacar que por lo anterior reduce el tiempo para impedir que Estados Unidos salga del pacto, y a partir del 7 de mayo se empiece a exigir el pago del arancel compensatorio de 17.56 por ciento a los importadores, advirtió.
«Ya no tenemos los 30 días de aviso para frenar eso, y a partir del 7 de mayo estaremos pagando la cuota compensatoria», advirtió el líder nacional.