Investigadores de la Universidad de Cambridge realizaron un estudio en el que se demostró que los sistemas de ventilación mixta propagan en el aire de una habitación contaminantes, entre los que se incluyen gotitas y aerosoles, en los que se encuentra potencialmente el coronavirus que ocasiona el Covid-19.
El trabajo publicado en la revista especializada Journal of Fluid Mechanics destacó la importancia de una buena ventilación, así como portar constantemente el uso de mascarillas para mantener la concentración de virus a un nivel mínimo y lograr mitigar los contagios de SARS-CoV-2.
De acuerdo con la investigación cada vez más los contagios se realizan a través de gotas más grandes y aerosoles más pequeños que surgen cuando tosemos, estornudamos, reímos, hablamos o respiramos.
Otro punto importante a destacar del estudio encabezado por Paul Linden, profesor del Departamento de Matemática Aplicada y Física Teórica de Cambridge, es que la tendencia en los contagios es que hay cada vez una mayor transmisión del coronavirus en interiores más que en exteriores, lo que probablemente se deba a mayores tiempos de exposición.
El experto aseguró que a medida que se acerca el invierno las personas suelen pasar más tiempo en espacios cerrados, por lo que comprender cuál es el papel que juega el aire acondicionado y la ventilación de los lugares resulta fundamental para estimar el riesgo de contraer enfermedades.
El procedimiento.
Para hacer un monitoreo en torno a la propagación de las gotas, y luego que éstas son difíciles de analizar, Linden sugirió hacer un seguimiento del dióxido de carbono, luego que es lo que exhalamos y «se puede medir fácilmente y usar como indicador del riesgo de infección».
Para su investigación el equipo de Cambridge demostró la forma en que funciona el flujo de aire dentro de las habitaciones y depende de la ubicación de los conductos de ventilación, así como de las puertas y ventanas, pero también del flujo de calor emitido por personas y equipos de trabajo.
Entre los dos tipos de aire acondicionado, la ventilación mixta y la que es por desplazamiento, el estudio apuntó que cuando se diseña correctamente la segunda se podría reducir el riesgo de mezcla y contaminación cruzada.
El uso de cubrebocas en lugares cerrados detiene el impulso de la respiración y, pese a tener algunas fugas por la parte superior o de los lados, disminuye cualquier contaminante exhalado, además de fungir como una barrera ante las gotas más grandes.
Experimento basado en la vida real.
Los expertos realizaron su experimento en dos autobuses con las ventanas cerradas y funcionando el aire acondicionado. La mayor parte de las personas que se enfermaron viajaron en el mismo autobús que el paciente fuente. Aunque más tarde los grupos de los camiones se mezclaron en un evento, el número de casos atribuidos a esto último fue mucho menor.