Colombia.- Catalina Gutiérrez Zuluaga, realizaba su primer año de posgrado como residente de cirugía en la Universidad Pontificia Javeriana de Bogotá.
Ante de terminar con su vida, debido a el acoso y abuso psicológico se sufría en las instalaciones médicas, la joven dejó una carta para sus colegas.
Tras la muerte de la médica, muchos profesionales que pasaron por situaciones similares han publicado en las redes sociales cartas en las que denuncian que eran sometidos a humillaciones y abusos laborales.
Algunos señalan que se les obligaba a cumplir jornadas de hasta 20 horas diarias durante semanas enteras, se les castigaba delante de sus compañeros sin justificación alguna y se les ponían tareas que no estaban relacionadas con sus estudios, lo que en algunos casos los llevó a abandonar su sueño de convertirse en especialistas.
La junta directiva del Colegio Médico Colombiano lamentó «la tragedia de la muerte» de la médica y dijo que es «vital» promover «un ambiente de respeto» en estos entornos para que «la educación médica no sea sinónimo de sufrimiento y desgaste emocional».