Culiacán, Sinaloa.- La noticia desmoronó las esperanzas que siempre estuvieron vivas, como una llama al rojo vivo en la obscuridad.
Adriana Berenice Soto, perdió la vida esta madrugada en Cuiacán, luego de una lucha incansablemente contra la enfermedad del Covid-19.
Sin conocerla, los culiacanses se volcaron con su gran corazón y ayudaron a la familia económicamente, en la medida de sus posibilidades, luego de que ReflectoresMX contó su historia.
Las redes se inundaron de publicaciones. De oraciones, de rifas, de ayuda, de solidaridad.
La fe de su recuperación siempre estuvo viva en su familia, amigos y conocidos, y es que la madre de familia de 38 años de edad, quien ya había perdido a su compañero de vida, presentó durante algunos días mejorías en su salud.
A pesar de que su salud aún era delicado, su estado era estable, lo que mantenía viva la esperanza.
Sin embargo, la tristeza regresó esta media noche, cuando los médicos de una clínica reportaron complicaciones y dieron la triste noticia de que “Bere”, como la conocían de cariño, había perdido la batalla contra esta terrible enfermedad, y había viajado al cielo para encontrarse con su esposo Francisco.
«No tengo palabras para despedirte, porque tú no te has ido, estás aquí, unida como siempre a mi corazón. Donde estés, tendrás lugar en mi vida, querida amiga, brilla en la más alta estrella del firmamento junto a tu amado esposo, brilla, porque siempre fuiste y serás luz. Y desde cielo seguiremos conversando, cantando, planeando viajes y apoyándonos», se lee en una de muchas publicaciones que han hecho amigos de Berenice.
«Tu partida nos duele y deja roto el corazón. Fuiste un maravilloso ser humano, que deja una hermosa huella aquí en la tierra. Luchaste como toda una guerrera, tristemente Dios te ha llamado a su presencia y emprendes tu vuelo hacia la gloria eterna, al reencuentro con tu esposo Francisco y desde donde cuidarán a sus pequeños y les enviarán fuerza y amor siempre. Estoy segura que Mamalia, mi tío Alfredo y todos los que se nos han adelantado te están recibiendo felices y con los brazos abierto», reza otra de las palabras de despedida de su familia.
A «Bere» le sobreviven sus dos pequeños niños. Una niña de 3, y un niño de 8 años que recibirán todo el amor.
Este medio que dio seguimiento a su evolución, se une a la pena que embarga a su familia. ¡Que en paz descanse!