Culiacán, Sinaloa.- Anoche el exgobernador de Sinaloa, Fortunato Álvarez Castro falleció derivado de complicaciones de salud. Álvarez Castro padecía una prolongada enfermedad de Alzheimer.
La esposa del priista, María de Lourdes Zaragoza Moreno, murió hace dos años y le sobreviven sus hijos Fortunato y Susana Álvarez Zaragoza. En noviembre de 2013 el PRI le hizo un homenaje en vida.
En marzo de 2020, nuestro columnista Roberto Soltero Acuña escribió sobre la vida del exgobernador de Sinaloa.
TEXTO ÍNTEGRO
Cuando Don Leopoldo Sánchez Celis, asumió la gubernatura del estado en 1963, invitó a colaborar en su gobierno a Alejandro Barrantes Gallardo, a quien designó como Secretario General de Gobierno, a Fortunato Álvarez Castro, como Oficial Mayor de Gobierno y a Alfredo Valdés Montoya, como tesorero. A la mitad del sexenio, Sánchez Celis, envió como candidato a la presidencia municipal de Culiacán, a Alejandro Barrantes Gallardo y en su lugar, nombró a Fortunato Álvarez Castro, como Secretario General de Gobierno y a Alejandro Ríos Espinoza como Oficial Mayor. Había pasado la crisis política del “ensayo democrático de Carlos Alberto Madrazo”, el cual enfrentó al gobernador de Sinaloa, con el Presidente del CEN del PRI.
Para finales del mes de febrero de 1967, Don Leopoldo Sánchez Celis, quien sufría de una enfermedad cardiaca, se agravó y fue necesario que se trasladase a Houston, Texas para atender su salud. Ello lo obligó a solicitar licencia ante el Congreso del Estado para separarse del cargo. En la edición del jueves 2 de marzo de 1967, apareció publicado el decreto No. 120, expedido por el Congreso del Estado, que a la letra dice: “Artículo Primero.- Con fundamento en la fracción VIII del artículo 50 de la Constitución Política local, se concede al C. Leopoldo Sánchez Celis, una licencia de 60 días, con derecho a renunciar al tiempo que no le sea necesario, para estar separado del cargo de Gobernador Constitucional del Estado, cuya licencia empieza a contar a partir del 4 del presente mes”.
Artículo Segundo.- Con apoyo en la fracción Sexta del mismo artículo, se designa Gobernador Provisional del Estado, al C. Lic. Fortunato Álvarez Castro, quien asumirá sus funciones a partir de la fecha y hora en que el C. Leopoldo Sánchez Celis, haga uso de la licencia que se le concede”. Al tiempo que Fortunato asumía la gubernatura, el Lic. Alejandro Ríos Espinoza, pasaba a ser el nuevo Secretario General de Gobierno. Fortunato nunca ocupó el despacho del gobernador y así se mantuvo hasta en los primeros días de mayo de 1967, en que Don Leopoldo dio por terminada su licencia.
Luego vino la sucesión de Don Leopoldo y los aspirantes del PRI a la gubernatura fueron Alfredo Valdés Montoya, considerado el menos Sánchez Celista, el entonces presidente del CDE del PRI, Don Miguel Leyson Pérez y el Senador Amado Estrada Rodríguez. Al final se tomó la decisión y el Presidente de la República, Gustavo Díaz Ordáz se decidió por el precandidato menos sanchezcelista, que era Alfredo Valdés Montoya. Fue el Secretario de Gobernación, Luis Echeverría quien pasada la medianoche se comunicó con Don Leopoldo Sánchez Celis y le dio a conocer que el candidato del PRI al Gobierno de Sinaloa, sería “Economista y de Ahome”. Luego vinieron las asambleas sectoriales y finalmente la Convención Estatal Ordinaria, en donde el priismo sinaloense, declaró como su candidato al gobierno de Sinaloa, a Alfredo Valdés Montoya.
En mayo de 1970, en pleno proceso electoral, Fortunato Álvarez Castro, con la intervención del Secretario de Gobernación, Mario Moya Palencia, asumió la presidencia del PRI en Sinaloa. Invitó a un grupo de jóvenes para integrarse a las tareas de partido, entre ellos, el Lic. Roberto Zavala Echavarría, quien fue designado Oficial mayor del CDE del PRI; a Enrique Hubbard Urrea, como Secretario de Capacitación Política, a Roberto Soltero Acuña, como Secretario de Acción Electoral; a Max Hach Delgado, como Secretario de Finanzas, a Sergio Orozco Aceves, como Secretario de Prensa y Propaganda; a Santiago Gaxiola Clouthier, como Director de Servicios Administrativos. También se designó a Juan S. Millán, como Director de Fomento Deportivo, a Manuel Inzunza Sáenz, como Director del CEPES en Sinaloa y a Víctor Estrada Cañedo, como Secretario Particular. Todos estos nombramientos fueron del conocimiento de Alfredo Valdés Montoya, quien se mostró complacido con la inclusión de jóvenes profesionistas, a las tareas en el C.D.E del PRI. Se trataba de una nueva generación de jóvenes políticos que con su talento e inteligencia, aportaron lo mejor de sus conocimientos, aportándole al viejo partido, lo novedoso en las actividades políticas. Así, fue designado e Roberto Soltero Acuña, como Comisionado Propietario del PRI ante la Comisión Estatal Electoral, que presidía el Secretario General de Gobierno, Francisco Rodolfo Álvarez Fárber, quien junto con los demás comisionados de los partidos con presencia en Sinaloa, participaron en el proceso electoral de 1971, para la renovación del Congreso del Estado y los Ayuntamientos.
Pasado el proceso, Fortunato recorrió todo el estado, reestructurando todos los comités seccionales. Se propuso como meta erigir un nuevo edificio para el CDE del PRI, construido por el arquitecto Jaime Sevilla Pollastro, el cual fue inaugurado por el Gobernador del Estado, Alfredo Valdes Montoya y por el Delegado General, Don Armando Arteaga Sántoyo.
Para la elección de 1971, el candidato del gobernador Valdés Montoya, era el Dr. J. Mariano Carlón López. En esa ocasión, Manuel J. Clouthier, “Maquío”, intentó que el PRI lo nominara como su candidato a la capital del estado. También aspiró Fortunato Álvarez Castro, pero la decisión ya estaba tomada y el gobernador Valdés Montoya se mantuvo con su apoyo a Carlón López, quien fue registrado ante la Comisión Municipal Electoral de Culiacán, que presidía José Antonio Núñez Bedoya. Pasada la elección intermedia, Fortunato Álvarez y su equipo de trabajo, se dedicaron a fortalecer los cuadros del partido, para enfrentar la elección de diputados federales de 1973.
Cuando se vino la sucesión de 1974 en Sinaloa, el favorecido con la candidatura al Gobierno de Sinaloa, fue el ExSenador Alfonso G. Calderón, quien era apoyado por Don Fidel Velásquez. Todo parecía que el nominado sería Gilberto Ruíz Almada, pero en una jugada maestra de Don Fidel Velásquez, le pidió al Presidente Echeverría, la candidatura para el Secretario General de la Federación de Trabajadores de Sinaloa, eliminando así a Ruíz Almada y también a los aspirantes de Valdés Montoya, como eran J. Mariano Carlón López, presidente municipal de Culiacán y Ernesto Ortegón Cervera, Secretario del Desarrollo Económico.
Don Fidel Velázquez, después de entrevistarse con el Presidente Echeverría, instruyó a Don Alfonso G. Calderón, para que acudiese a la Secretaría de Gobernación, donde sería recibido por el Ministro Mario Moya Palencia. Don Alfonso llegó al antiguo Palacio de Covián, acompañado del empresario cervecero, Víctor Manuel de los Reyes. Ya en la audiencia, Mario Moya Palencia, lo felicitó por la nominación y le dio instrucciones para que fuese a ver al Presidente del CEN del PRI, Jesús Reyes Heroles. Antes de terminar la audiencia, el Ministro de Gobernación, le hizo un comentario a Don Alfonso G. Calderón. “ Estamos en deuda con Fortunato y yo quiero pedirle a mi amigo Alfonso G. Calderón, que lo acepte y lo lleve como candidato a la presidencia municipal de Culiacán”. Don Alfonso rápidamente le contesto que así sería. “Cuente con ello señor Secretario” y Fortunato fue el candidato a la presidencia de la capital de Sinaloa.
El 11 de noviembre de 2013, siendo presidente del CDE del PRI, Jesús Enrique Hernández Chávez, le hizo un homenaje a Fortunato Álvarez Castro, en el auditorio «Lic. Benito Juárez» y al final del evento, se develó la placa con su nombre, a la entrada del edificio, culminando así un merecido reconocimiento a las labores políticas realizadas por el guasavense Fortunato Álvarez Castro.