Culiacán, Sinaloa- ‘No nos mataron a todos porque se les entrampó el rifle, sino hubiera sido una masacre’, narra uno de los 16 sobrevivientes de la matanza en el centro de rehabilitación “Shaddai” del fraccionamiento Colinas de San Miguel, en Culiacán.
El joven que accede a platicar el terror vivido esta madrugada de lunes, reconoce que todos estaban dormidos, cuando de pronto empezaron a escuchar gritos del exterior, y luego vinieron los golpes en el portón y la quiebra de cristales de las ventanas de la casa.
El sobreviviente reveló que cuando escuchó los ruidos en la planta baja, decidió asomarse por la escalera del segundo piso. En ese momento fue obligado a bajar y tirarse al suelo junto con sus otros compañeros.
“El director les dijo que era casa de Dios (el centro); les repitió muchas veces y no, nos tiraron al suelo a todos”, contó con terror.
Narró que estuvo cerca de dónde mataron al director y subdirector del Centro, y hoy no puede creer lo que ha pasado.
Precisó que no eran más de cuatro individuos los que ingresaron al centro de rehabilitación.
“Le pedí a Dios para que no me pasara nada y luego (se escuchó), pum, pum pum, pum, empezaron a tirar balazos. Mataron al director y al subdirector a unos servidores (compañeros), Pedro Soto y a Manuel Costarica”, develó el joven de no más de 20 años.
“Pues no nos mataron a todos porque se les entrampó el rifle, sino hubiera sido una masacre, nos iban a matar a todos”, sentenció.
El testigo reveló que los hombres armados llegaron preguntando si en la casa había gente armada escondida, cosa que dijo, eso no pasa en ese centro.
“Sentí que me iba a morir compa, me eche un Padre Nuestro, la neta. (Pasaba por mi cabeza) los últimos momentos de qué hice y que no hice”, continúa, mientras señala que los hombres le gritaban palabras altisonantes de que iba a “valer ver…”.
Narró que luego de haber privado de la vida a algunos de sus compañeros, los pistoleros decidieron escapar rápido con rumbo desconocido.
A decir del hombre que no rebasa los 20 años de edad, el hombre, aún temeroso por la pesadilla que acaba de vivir, considera que los delincuentes venían buscando solo a una persona.