Resulta que en el marco de un evento, el alcalde Jesús Estrada Ferreiro amenazó a periodistas con no dar más entrevistas. Así como lo lee. ¿Había visto usted tal advertencia de un político en México? Nosotros no encontramos registros.
Podríamos decir que la amenaza del funcionario muestra inmadurez política y deja a flor de piel una intolerancia a la crítica. Una política de comunicación que pareciera ser sacada de la historia de una película de la época del oscurantismo.
“O se corrigen o se acabaron las entrevistas también; no tiene caso estar hablando cosas que ni publican”, esas fueron las palabras mientras prácticamente gritaba a reporteros, ello aunado a otras quejas. ¿Había usted visto una actitud similar con otro servidor público?
El presidente carece de una asesoría de medios o simplemente su dirección de Comunicación es un “florero” que está de adorno.
Parece que el abogado piensa que hace favores a los medios cuando declara ante las cámaras y micrófonos. Todo hace pensar que es su razonamiento. Hoy que se celebra el Día de la Libertad de Expresión, desde este espacio le decimos a Estrada que es su obligación rendir cuentas. No tiene opción.
Su obligación no es sólo hacerlo ante los órganos de gobierno como la Auditoria Superior del Estado o el Congreso, o la población mediante los actos públicos, sino ante los medios de comunicación. Está obligado al escrutinio público. Los medios son un enlace entre la autoridad y los ciudadanos. No hay de otra. Si estos no lo hacen, nadie más lo hará sin cortapisa. Así que el alcalde deberá tragarse su coraje y seguir cumpliendo su labor de gobernar y de rendir cuentas. Deberá seguir dando entrevistas a donde lo aborde un periodista.
Desvío de recursos.
Nos comentan que Movimiento Ciudadano ha descubierto que se le ha dado un uso incorrecto al presupuesto que el mismo Cabildo de Culiacán aprobó para el pago de las famosas becas para estudiantes, esas que el mismo presidente Estrada decidió suspender.
Por lo que han hallado, nos adelantan, que ya se han gastado 2 millones de pesos de los 14 que fueron autorizados para entregarse como beca a miles de niños que cursan la primaria y secundaria. Lo que levanta sospechas es porqué gastarse un dinero que estaba etiquetado para los jóvenes en otras cosas. ¿Qué no es bueno invertir en la educación? Estrada deberá decir qué hizo con este dinero. Eso es rendir cuentas ante los medios. Así que pendientes.
Sin dinero, ni nada que dar.
La temporada de lluvias está encima y el recurso para arreglar algunos drenes de la capital no llega. El Ayuntamiento de Culiacán se ha dedicado a limpiar canales, por falta de dinero para hacer esas obras. Por ejemplo, en el dren Bacurimí no se ha hecho nada porque el dinero autorizado del Fonden no ha sido radicado. Parece que el establecimiento de nuevas reglas de operación ha hecho tortuoso bajar el dinero de Hacienda. Parece que la federación sigue esperando a que haya huracanes para poder depositar los recursos que ya están etiquetados para obras muy importantes, como puede ser la reconstrucción y ampliación de canales y drenes. Esperemos no ver tragedias como la del año pasado. Sí eso pasa, será demasiado tarde.
No salen de una.
Resulta que ahora el Tribunal de Justicia Administrativa pasa por una crisis financiera. El gobierno le ha retrasado la entrega de recursos destinados a este organismo con autonomía. Autonomía jurídica, más no financiera, desafortunadamente. A eso se le suma que además se le tienen que pagar dos años de salarios caídos a la hoy magistrada Lucila Ayala. El dinero tiene que salir de las cuentas del Gobierno del estado, pero etiquetados para el Tribunal. Para eso hay una orden de un juez que el Gobierno se ha negado a cumplir.
Pagarle una cantidad millonaria a la funcionaria obligará a apretar aún más el cinturón de este organismo que debería ser de contrapeso de los gobiernos en Sinaloa y hoy parece que está más débil que nunca. ¿Quién aprovechará ese quebranto para sacar provecho? Juzgue usted.
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