Culiacán, Sinaloa.- Cansados de la situación por la que pasan sus hijos, padres de familia tomaron la decisión de cerrar la escuela primaria Héctor R. Olea Castaños, ubicada en el fraccionamiento Villas Cedros, al norponiente de la ciudad.
Plantados junto a sus hijos a las afueras del plantel y portando pancartas, solicitaron al gobernador Rubén Rocha Moya la instalación de un transformador nuevo y la revisión del cableado eléctrico de la escuela.
Puede haber un accidente.
La madre de familia Senchem Morales Rodelo, explicó que desde el año pasado las pastillas de los salones “se bajan” ante la sobrecarga de tensión que tiene el transformador, aparte que está compartido con un kínder contiguo.
Detalló que al momento en que los 14 aires acondicionados se encienden por las altas muy temperaturas, el cableado se calienta y se empiezan a “botar” las pastillas eléctricas.
“Hasta el momento varios niños se nos han deshidratando. Además el que se estén botando las pastillas puede provocar un accidente”, alertó.
Los padres de familia sostuvieron que no mandarán a sus hijos e hijas bajo estas condiciones climáticas, en las que los aires acondicionados no pueden estar encendidos.
No tendrán clases.
Molestos por esta situación que no ha sido atendida por la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPyC), esta mañana de martes los padres de familia cerraron y tomaron pacíficamente esta escuela dos turnos ubicada sobre el bulevar Paseo Laurel.
Advirtieron que mantendrán cerrado el plantel hasta entonces no se les resuelva este problema con la energía eléctrica.
La escuela primaria Héctor R. Olea Castaños tiene al menos unos 650 alumnos en los dos turnos, que a partir de este martes no tendrán clases.
