En el marco del Día Internacional para la Prevención del Suicidio (10 de septiembre), es crucial centrar la atención en el bienestar emocional de aquellos que nos rodean.
Este día que en el presente año tiene como lema “Cambiar la narrativa”, es una oportunidad para abrir el diálogo sobre las necesidades y estrategias efectivas para abordar la salud mental.
A nivel mundial, se registran 700,000 suicidios cada año, una cifra que desafortunadamente, equivale a una persona cada 40 segundos, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De hecho, el mismo organismo, destaca que una de cada cuatro personas en todo el mundo padecerán una enfermedad mental en su vida.
Por ello es que, este día es un espacio más para reflejar lo esencial que es promover una cultura corporativa impulsada desde los niveles corporativos, donde la prevención es la primera línea de defensa contra problemas graves de salud mental en el trabajo.
En el caso de México, la incidencia de suicidios se ha elevado en los últimos años. En 2017, la tasa de suicidio fue de 5.3 por cada 100 mil habitantes, es decir 6,494 casos, mientras que para 2022, de 6.3, equivalente a 8,123 casos, de acuerdo con el INEGI.
“Crear un ambiente en el que los colaboradores se sientan valorados y respaldados es esencial para prevenir situaciones extremas. Los directivos juegan un papel crucial en el establecimiento de una cultura de apoyo, que debe incluir la implementación de políticas de salud mental y la promoción de recursos disponibles para los colaboradores”, indica Alberto Fernández, fundador y director de MiMente, plataforma healthtech orientada a atender la salud mental en empresas con más de 500 colaboradores.
Las iniciativas pueden incluir la contratación de profesionales en salud mental, la creación de programas de bienestar emocional y la integración de actividades que reduzcan el estrés, como talleres de manejo del estrés y jornadas de bienestar.
Además, es fundamental que los directivos lideren con el ejemplo. Su actitud hacia la salud mental influye directamente en la cultura organizacional. La apertura y el apoyo de los líderes pueden alentar a los empleados a buscar ayuda sin temor a ser estigmatizados.
La integración de estas prácticas no solo contribuye a la prevención del suicidio, sino que también mejora el clima laboral. “Las empresas que invierten en la salud mental de sus colaboradores no solo previenen tragedias, sino que también cosechan los beneficios de una fuerza laboral más saludable, motivada y productiva”, destaca Alberto Fernández.
El Día Internacional para la Prevención del Suicidio es un recordatorio vital para abordar la salud mental en el lugar de trabajo. Los directivos tienen la responsabilidad y la oportunidad de liderar el cambio hacia una cultura empresarial que priorice el bienestar emocional. Adoptar estrategias preventivas, ofrecer apoyo continuo y fomentar una comunicación abierta son pasos para asegurar un entorno laboral saludable y prevenir tragedias innecesarias.