Culiacán, Sinaloa.- El gobernador Quirino Ordaz Coppel reconoció que entregará el Gobierno del Estado a su homólogo electo, Rubén Rocha Moya, “lo mejor que se pueda”, pero, sobre todo, sin problemas de deuda.
Cuestionado sobre los preparativos de entrega-recepción, dijo que es un “discurso trillado” el siempre decir que se entrega una administración “con finanzas sanas” a los nuevos gobiernos.
Lo que sí afirmó es que heredará un gobierno sin deudas, sin créditos millonarios adquiridos y con un buen avance en el pago a proveedores en obra y otras áreas.
Ordaz Coppel admitió que un logro importante para el nuevo mandatario será no haber aumentado la deuda a mediano y largo plazo en sus casi cinco años.
Deudas arrastradas.
Reconoció que sí dejará un Instituto de Pensiones (IPES) con problemas de liquidez para el retiro, toda vez que el proyecto original nació mal.
Añadió que sí heredará una deuda a proveedores que data desde el sexenio de Mario López Valdez en el área de salud, y que hoy, está judicializado.
“Hay deudas, hay demandas de los proveedores de servicios médicos de la administración pasada, de medicamentos, que esos están empleitados. Quieren cobrar un dineral, ¿Quién le va a pagar? ¡Eso no se va pagar!»
adelantó Ordaz Coppel.
Ya se reunieron.
A pregunta expresa de ReflectoresMX, el mandatario estatal confirmó que ya se vio personalmente con el gobernador Rocha Moya después del triunfo electoral, aunque no precisó la fecha y el momento.
Advirtió que, al momento, tampoco se ha nombrado a un equipo de su gabinete como responsable de la transición del poder. “Todavía no hemos visto nada de grupos de trabajo, pero tendrían que estar las áreas sustantivas y de ahí derivarse todo lo demás”.
Ley fuera de la realidad.
El gobernador de Sinaloa criticó que la ley en la materia de transición hable de que se debe hacer el proceso de entrega-recepción al nuevo gobierno, un mes antes de la protesta. Propuso reformar para adecuar la normatividad en la materia a la realidad y no dar plazos tan cortos.