Después del 1° de agosto del año pasado, con aquella consulta del juicio a los ex presidentes, o actores políticos del pasado, consulta que solo el INE promovió y que alcanzó un resultado de 7 millones de votos, 120 votos en promedio por casilla, en la primer experiencia de los mexicanos en el ejercicio de democracia participativa, mientras que ahora en el segundo ejercicio, el de la revocación de mandato, los resultados han sido significativamente superiores, dando que con el mismo número de casilla (57,000), donde se estima participaron más de 15 millones de ciudadanos, dando un promedio aproximado de votos por casilla de 260, lo que expresa la intensidad del debate político de las últimas semanas y el activismo del gobierno a los tres niveles, del partido MORENA, el PT y el PVEM.
Los excesos evidentes en los que incurrieron el gobierno de la república, el propio presidente López Obrador, los gobernadores, presidentes municipales y MORENA, de los que el INE ya dio cuenta y a todas luces enturbiaron el proceso con visión maniquea de la política, con la razón absoluta de lo que son ellos.
Tanto que después de la consulta consideran los resultados como un ejercicio de la democracia, cuando fue el mismo AMLO quien convocó a la consulta, cuando la ley de revocación no era aplicable a su presidencia, cuando ellos mismos pusieron las reglas y las violaron, y al final, cuando ellos mismos legislaron para que no participara ningún partido político, MORENA fue el único que violó la propia ley que ese partido aprobó, y al final redujeron en un tercio el presupuesto del INE, para pretender ahora lincharlo.
MORENA, en voz de su líder Mario Delgado, sin evaluar los resultados siquiera concluye que “ganaron”, que se fortaleció la democracia a contrapelo del INE y que la autoridad electoral debe cambiar sus autoridades democráticamente electos, y que el pueblo está decidido a cambiar, tanto que van a proponer una reforma electoral para volver a la legislación del viejo PRI.
Valorar los resultados de votos de la consulta, que hayan sido los que hayan sido, automáticamente que son un mandato para hacer lo que MORENA cree, lo que al final viene a confirmar que la consulta era una mascarada como muchos lo afirmamos, porque no había razón legal y más bien parecía un pretexto para concluir y decidir lo que ellos consideran.
Por eso digo el enorme maniqueísmo del que son presa el líder de MORENA Mario Delgado y que se replicará en todo el país desde los gobernadores hasta los más modestos presidentes municipales.
La consigna se cumple y el presidente López Obrador y sus huestes chicotean los caballos hacia adelante, pretendiendo salir de los atolladeros en los que está metido y ha sido ineficaz. Lástima porque desvirtúan y desperdician oportunidades como esta. No hay la más mínima reflexión autocrítica. En fin.
