El gobierno de Enrique Pérez Arce era un desastre. El mandatario rosarense no atendía la gobernabilidad del estado, pues era muy afecto a las bebidas espirituosas. José Luis Zamudio Lizárraga, quien era miembro de su guardia personal, contaba que Pérez Arce, para la una de la tarde ya estaba borracho en su despacho y se quedaba dormido, mientras que los asuntos de la administración pública no eran debidamente atendidos.
Esto motivó un malestar en la legislatura local, donde eran diputados, los jóvenes políticos Leopoldo Sánchez Célis, quien representaba al Distrito de Mazatlán y su compadre Antonio Toledo Corro, quien representaba al Distrito compuesto por El Rosario y Escuinapa. El diputado Toledo Corro, cultivaba una fuerte amistad con Adolfo Ruiz Cortínez, desde los tiempos de campaña del Presidente Miguel Alemán y luego durante su paso en la Secretaría de Gobernación y lo mantenía informado del acontecer sinaloense.
Por ello cuando se tomó la decisión de pedir la remoción del gobernador, esta fue apoyada por la legislatura local, siendo el 26 de febrero de 1953, cuando el gobernador Enrique Pérez Arce, solicitó licencia definitiva para separarse del cargo, misma que al decir de Toledo Corro, no se encuentra anexa al expediente en el Congreso”, pues “ yo la tengo en mi poder desde el día en que se firmó por Pérez Arce” y forma parte de los archivos privados que dejó el exgobernador Antonio Toledo Corro.
La legislatura local, de acuerdo a la Constitución Política del Estado, nombró Gobernador sustituto, a Rigoberto Aguilar Pico, quien se desempeñaba como director del Hospital Infantil de México. En realidad la solución la dio el Ministro de Gobernación, Ángel Carvajal, pues Rigoberto Aguilar Pico era una persona muy querida en su familia y el Presidente, Adolfo Ruiz Cortínez aceptó la propuesta de su Secretario de Gobernación.
Los jóvenes diputados Leopoldo Sánchez Célis y Antonio Toledo Corro, acudieron a la casa de Aguilar Pico en Ciudad de México, para darle a conocer el decreto votado en la legislatura de Sinaloa y fueron recibidos por Saúl Aguilar Pico, hermano del recién nombrado gobernador.
Después de rendir la protesta de ley ante la legislatura local, Rigoberto Aguilar Pico se trasladó al antiguo Palacio de Gobierno, ubicado por la calle General Antonio Rosales, para tomar posesión de la gubernatura y decidió nombrar como Secretario General de Gobierno, a Manuel, el “Coyote” Díaz Angulo. En la Tesorería nombró a Amado Ibarra y como Secretario particular, designó a Enrique Romero Jiménez, padre de Jorge Romero Zazueta. Como Oficial Mayor, nombró a Francisco Frías Loaiza y en la oficina de prensa, designó al periodista Manuel Lazos Ruiz.
El 15 de septiembre de 1953, Rigoberto Aguilar Pico, señaló en su informe de gobierno, que “ a los seis meses en que he permanecido al frente del gobierno del estado, Si lo realizado durante este periodo no corresponde a los grandes deseos que abrigo de lograr realizaciones trascendentales, solo podré adelantar en mi disculpa que no he omitido esfuerzo alguno para servir con toda lealtad y entusiasmo a la causa de mi estado”.
Su relación con los alcaldes fue muy estricta y por ello aplicó la guillotina a los Presidentes Municipales de Choix, Sinaloa, Guasave y Angostura, pues los obligó a renunciar, siendo legalmente sustituidos por ciudadanos nombrados por el Congreso del estado, en uso de las facultades que le concede la Constitución. La lumbre también le llegó al alcalde de El Fuerte, pues el presidente municipal solicitó licencia ante el Ayuntamiento del lugar, y asumió su puesto el Primer Regidor Suplente.
Fue durante su mandato que atendiendo a la urgencia de dar mayor coordinación y unidad a las labores administrativas, se formularon las reformas constitucionales tendientes a cambiar la antigua organización del Ejecutivo por Departamentos autónomos, habiendo sido aprobadas y promulgadas. Posteriormente se aprobó y publicó la Ley Orgánica de la Secretaría General de Gobierno que vino a dar una notable cohesión a las mencionadas labores, a cargo de Manuel Díaz.
El Gobernador Aguilar Pico, ante la confusa redacción de la Constitución Política del estado, en los casos de sustitución del Ejecutivo, siguiendo los lineamientos marcados por la Constitución General de la República, en sus artículos 84 y 115 fracción III, promovió reformas a sus correlativos los artículos 59 y 61 de la Constitución Política del Estado, habiendo sido aprobadas y en su oportunidad publicadas. Mediante la primera se estableció una más dinámica forma de substitución del Ejecutivo en los casos de falta absoluta, y en la segunda se dio oportunidad a los ciudadanos que hayan sido encargados del Poder Ejecutivo con carácter de Provisionales, Interinos o Substitutos, de ser elegidos por el voto popular para el cargo de Gobernador Constitucional del Estado.
La labor legislativa del Congreso fue muy activa, pues a las anteriores leyes y decretos aprobados, se agregó la Ley Orgánica de la Tesorería General del Estado, así como multitud de disposiciones de orden general dictadas por el Ejecutivo en uso de sus facultades reglamentarias, entre las que destaca por su importancia, el Reglamento de la Escuela Normal de Sinaloa, que vino a satisfacer los anhelos de los alumnos y maestros alumnos de esta Institución de cultura superior.
El Gobernador Aguilar Pico, siempre mostró plena disposición para la salud de los sinaloenses y fue precisamente en su administración, cuando se instaló en Sinaloa, el Instituto Mexicano del Seguro Social, con oficinas y consultorios ubicadas en las calles de Ignacio Ramírez y Ruperto L. Paliza, en la Colonia Almada de nuestra ciudad capital.
También promovió la iniciativa de la Ley que creó la Asociación Sinaloense Pro-Infancia, organismos que tuvieron a su cargo coordinar la acción del Estado, de las Instituciones Privadas y de la Sociedad en general, y con el fin inmediato de orientar dicha acción, estimularla y realizar la más efectiva protección a la niñez sinaloense. También fundó el Centro Dermatológico y el Hospital del Niño, que tantos beneficios ha otorgado a la niñez sinaloense.
En Sinaloa siempre ha habido armas circulando y ya desde esa época, el gobierno de Aguilar Pico, emprendió con el apoyo de la IX Zona Militar, una campaña de despistolización, como un medio para combatir los delitos contra la integridad de las personas y sus bienes.
También emprendió una campaña contra el “robo de ganado cuyos éxitos fueron claramente perceptibles, lo que vino a crear el deseado clima de tranquilidad en el campo, condición indispensable para que los campesinos, pequeños propietarios rurales y ganaderos pudieran confiadamente dedicar sus esfuerzos a las tareas productivas, en beneficio de la economía regional”.
En 1953, la “Procuraduría General de Justicia, tuvo conocimiento de la comisión de 2,140 delitos, de los que 878 correspondieron al Distrito Judicial de Culiacán; 236 al de Mazatlán, 211 al de Ahome, 180 al de Guasave, señalándose, en consecuencia el 41% sobre el total de los delitos cometidos a Culiacán, el 11% a Mazatlán, el 9% para Ahome, y el 8% para Guasave”.
El Gobierno de Rigoberto Aguilar Pico, hizo un gran esfuerzo en materia educativa, pus sostuvo “586 escuelas primarias, 20 jardines de niños, una Escuela de Enseñanzas Especiales, un Centro de Capacitación Femenil, dos Escuelas de Danza, una Academia de Música, un Teatro Experimental, la Biblioteca Alberto L. Medina, dos Escuelas Normales y la Universidad de Sinaloa”. Subsidió además, tres escuelas secundarias y una preparatoria, y patrocinó e impartió ayudas a sucesos culturales de diversa índole, como fueron conferencias, exposiciones y recitales.
En materia de comunicaciones, se llevó a cabo un modesto programa en materia de caminos vecinales, el que fué atacado por tres organismos: la Dirección de Comunicaciones y Obras Públicas del Gobierno del Estado la Junta Local de Caminos y el Comité Nacional de Caminos Vecinales, los que trabajaron separadamente aunque bajo un plan de conjunto, y realizaron trabajos de revestimiento en el camino de “El Rosario a Agua Verde; de rastreo en los caminos de Rosario a Chametla y de la Cruz a Cosalá; de terracería en los de Culiacán a El pozo y de Navolato a Bariometo.
De desmonte, desenrice, terracerías y revestimiento en los caminos de Escuinapa a Teacapán y de Costa Rica a la Carretera internacional, de rastreo y conformación en el camino Mocorito a Guamúchil. También se hizo el trazo preliminar del camino de La Cruz a la carretera internacional y se efectuaron labores de reconstrucción y conservación en el camino de Culiacán a Altata; de bacheo y revestimiento en los caminos de Concordia a Tepuxtla y de Guasave a Verdura y se rastrearon y conformaron los caminos de Coyotitán a San Ignacio, de El Fuerte a Chinobampo y de San Pedro a Aguas calientes”.
Una obra muy importante fue el puente de “El Limoncito” sobre la carretera Culiacán Altata, pues terminó con la era de los “lanchones y pangas” que prestaban el servicio de peaje sobre el Rio Culiacán, en las afueras de Navolato.
La agricultura siempre ha sido bastión importante en la economía del estado. En 1954 estaban bajo cultivo 120,000 hectáreas de tierras de riego y temporal con siembras de maíz, estimándose que se levantó una cosecha aproximada de 80,000 toneladas, contrastando con los cinco millones de toneladas de maíz que se cosechan actualmente en Sinaloa.
Uno de los propósitos de Aguilar Pico, fue el de promover la siembra del Olivo en Sinaloa y para ello se hicieron cultivos en los municipios de Choix, El Fuerte, Badiraguato, Altos de Culiacán, Cósala y San Ignacio. La siembra fue un fracaso, pues los campesinos no pusieron atención a la siembra de tan novedoso cultivo.
A pesar de ello, no cejó en su empeño por crear una Escuela Práctica de Agricultura y Ganadería. inició ante el Gobierno Federal y los particulares las gestiones tendientes a lograr el establecimiento de dicha escuela y para ello recibió un donativo de $100,000.00 en efectivo y 100 hectáreas de terreno localizadas en el predio de San Rafael, en el Municipio de Culiacán, la Secretaría de Recursos Hidráulicos cooperó con otras 100 hectáreas y la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa prometió cooperar con 200 hectáreas más. Así y con el soporte de la Secretaría de Agricultura y Ganadería se dio paso a la creación de esta obra tan importante para el progreso de la agricultura y la ganadería en Sinaloa.
Al hacerse cargo de la administración encontró que la situación del erario era por demás crítica, pues existía en caja un efectivo de $5,455.70, mientras que el pasivo ascendía a la cantidad de $21,051,608.97, constituido por vencimientos que sumaban la cantidad de $12´102,213.34; el adeudo al Banco Nacional Hipotecario y de Obras Públicas por $8´500,000.00 y el importe de sueldos a los empleados y profesores del Estado por $449,395.63 correspondientes a la segunda quincena de febrero. El plan de economía que impuso el gobernador Aguilar Pico, le permitió a la administración reducir el pasivo, en la cantidad de $4´791,192.19.
El archivo de Rigoberto Aguilar Pico, cedido al Colegio de Sinaloa, “en 1999 por disposición de su familia, constituye una de las colecciones documentales más ricas y mejor conservadas acerca no solamente de su trayectoria personal, profesional y política, sino de la historia del estado de Sinaloa en la década de los años cincuenta del siglo XX”.
La colección, contenida aproximadamente en 80 cajas, reúne “documentación que se extiende cronológicamente desde 1917 hasta 2001, y está constituida por mecanuscritos, fotografías, audiovisuales e impresos. Se trata, en su mayor parte, de documentos generados o recopilados por el propio Aguilar Pico y de manera póstuma por sus descendientes, mientras ejerció funciones como médico pediatra, docente e investigador de medicina pediátrica, director de instituciones hospitalarias, y gobernador substituto Constitucional de Sinaloa”.
Hay, además, “una abundante recopilación hemerográfica regional acerca de las actividades desarrolladas y las obras construidas durante su labor como gobernador substituto de Sinaloa en el período, 1953-1956; alrededor de 1000 fotografías y 6 documentales filmados en 35 mm., que dan cuenta de asuntos similares”.
“También contiene numerosos expedientes que muestran los trabajos de gestión del gobierno estatal ante cada una de las dependencias federales: solicitud de recursos e información de avances; análisis políticos en períodos pre‑electorales; actividades culturales en la región; visitas presidenciales, etc. Es, por tanto, una fuente fundamental para el conocimiento de la historia de este estado en esta particular etapa en la se construyeron algunas de las instituciones que todavía lo conforman”.
La XLI legislatura del Estado, cuyo periodo abarcó del 15 de septiembre de 1953 al 14 de septiembre de 1956, la integraron: Arturo de Saracho, Francisco A. Rivera, Narciso Urquidi Torres, Maximiano Gámez Montoya, Fidencio Orozco, Manuel Díaz Angulo, Cliserio Higuera, Lucano E. Orrantia, Alfredo Rivera, Gustavo D. Cañedo,Federico Osuna, Héctor González Guevara, Clemente Vizcarra Franco y José Guerrero González.
Hay una obra muy significativa para la historia de Sinaloa, que es la Rotonda de los Hombres Ilustres. La obra fue producto de la conseja del presidente Adolfo Ruiz Cortínez, pues constantemente en los actos públicos, lo abordaba Gabriel Leyva Velásquez quien le solicitaba que su padre el maestro Gabriel Leyva Solano, fuese a la Rotonda de los Hombres Ilustres de Ciudad de México, en su calidad de precursor de la Revolución Mexicana.
El Presidente llamó a Rigoberto Aguilar Pico y le sugirió que hiciera una Rotonda y en ella albergara los restos de Leyva Solano. En ella descansan también, los restos mortales de Eustaquio Buelna y los generales Ángel Flores, Rafael Buelna, Juan Carrasco, Domingo Rubí y Macario Gaxiola.
Aguilar Pico cumplió la encomienda y fue un gobernador respetuoso de las libertades ciudadanas. No mandó cerrar periódicos y fue un hombre honesto que dio lo mejor de si, para servir a Sinaloa.