Culiacán, Sinaloa.- El gobernador Rubén Rocha no descartó que la orden de espiarlo a él y a su equipo con cámaras y micrófonos venga desde el “fuego amigo”, es decir desde dentro.
“Sí es fuego amigo. Está mal decir que es amigo, porque no tengo amigos que sean rufianes”, ironizó.
Dejo entrever que esa complicidad podría venir de algunas personas que trabajan en el gobierno y que conocen las instalaciones de la Unidad Administrativa o bien tienen relaciones con el personal de seguridad.
“Es muy probable que haya gente amiga, como se dijo aquí, con relaciones en el Palacio. Relaciones personales con servidores públicos de vigilancia y con conocimiento”, advirtió sin abundar más.
Rocha Moya admitió que este tipo de espionaje busca saber qué es lo que ellos platican o temas abordan en las oficinas gubernamentales.
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¿Guardias sospechosos?
“Tuvo que haber complicidad de los que cuidan… lo que puedo decir es que hay complicidad”, continuó durante su conferencia Semanera.
El mandatario sinaloense precisó que en cuanto se descubrieron las cerca de 10 cámaras instaladas en los plafones de tercer piso, éstas ya se desmantelaron.
Insistió que no buscarán denunciar penalmente o abrir una investigación para dar con él o los presuntos responsables de colocar estos aparatos.
Por el contrario, insistió, se tomarán medidas preventivas.