Finalmente pasó lo que el alcalde no pensaba: se dio el primer paso para que el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Culiacán, busque parar labores. Todo esto se da en un hecho histórico y en medio una pugna de empleado-patrón.
La relación sindicato y ayuntamiento ha llegado al límite de una crisis. Cinco horas antes de la asamblea ordinaria de la organización sindical para decidir si se le daba trámite al emplazamiento a huelga, el presidente Jesús Estrada Ferreiro le ‘cantaba’ otro tiro al líder. Una muestra más de que las cosas seguían empeorando.
Utilizó uno de sus últimos recursos para ver si paraba el movimiento: anunció que había ordenado a la Tesorería, hacer una auditoría de los supuestos malos manejos del Stasac, y ahora explicamos porqué lo de “supuesto”. El presidente, como abogado que es, conoce que los sindicatos son auditables y sujetos a la transparencia. Hasta ahí vamos bien. Era quizá esa una de sus mejores cartas que traía guardado bajo la manga y ayer decidió ponerla sobre la mesa.
Ahora explicamos lo de supuesto. Desde que inicio su administración, Estrada Ferreiro ha venido acusando a su líder, Héctor Alarid Rodríguez, de operar con dinero del Ayuntamiento, de recibir dinero a discreción y de supuestos actos de corruptelas. De mega sueldos y cuanta cosa más. La palabra que mejor describe esto, es supuestos, porque hasta el momento no ha demostrado con documentos o elementos probatorios los señalamientos. Claro que puede haber corrupción, pero como litigante sabe de la importancia de la carga de la prueba.
El problema de esto no es el anuncio, porque puede resultar positivo que los dineros se transparenten, el problema ahora viene en que si ha usado esto como último recurso, y no paró el movimiento, y quien sabe si lo pueda hacer en poco tiempo. Su Tesorera, Issel Guillermina Soto González, quien ahora será la responsable de la investigación no ha demostrado ser la funcionaria más eficiente. Finalmente, el STASAC con todo y anuncio, votó para buscar el emplazamiento a huelga.
Parece que el desespero le ganó a Ferreiro, y mostró su última carta. La auditoría tendrá que ser un procedimiento rápido, porque queda un mes para que la bola se haga más grande. El tiempo se acaba.
Encuesta.
La encuesta que realiza este medio en el portal ha sido un éxito. A esta redacción han llegado un sin número de comentarios positivos, por la novedad de hacer un ejercicio, no para evaluar la eficiencia de un gobierno, sino la ineficiencia de las administraciones municipales.
Y no se diga en las redes sociales. Los alcaldes de los tres principales municipios de Sinaloa, se han metido en una guerra de conflictos con grupos de la sociedad y del mismo sindicato. En un ejercicio novedoso de evaluar lo peor de Guillermo Chapman Moreno, Jesús Estrada Ferreiro y Guillermo Benítez Torres, ha generado cientos de comentarios en un día. Pronto daremos los resultados finales de esta encuesta. Si aún no ha votado, aquí lo podrá hacer.
Fuego en Mazatlán.
Y más de alcaldes. Nos cuentan que en Mazatlán, las cosas con la prensa no están nada bien. El equipo de funcionarios del presidente municipal, Guillermo Benítez, “El Químico”, se han empezado a marear. Están empezando a tener desencuentros con periodistas sobre temas incómodos o que nos les gusta, porque no han tenido buenos resultados. El mismo presidente también ya ha dejado evidenciado su poca tolerancia a la crítica. ¿Ahora se entiende el porqué de la encuesta?
Grito desesperado.
Llamó la atención el anuncio de desespero que puso el presidente de la CADES, Gustavo Rojo Plascencia, mediante un desplegado. El también productor hizo un llamado buscando que llegara a ojos y oídos del presidente, Andrés Manuel López Obrador. Puso el grito en el cielo para expresar su preocupación de la forma en cómo se están estableciendo los esquemas de comercialización del maíz y otros cereales. El líder de graneros expuso la urgencia de que la federación asegure que el ingreso objetivo final sea recibido por la totalidad de los productores, eliminando la restricción de las 50 hectáreas actualmente anunciadas. El recién estrenado presidente de los agricultores acusó al gobierno de AMLO, de haber tomado decisiones autoritarias a la hora de decidir el precio base del maíz en 41 dólares la tonelada. Y si eso no bastara, como termómetro podemos tomar la inasistencia del secretario de Agricultura federal, Víctor Villalobos a Expoceres-Sinaloa. Parece que le rehuyó a las protestas y las cambió por sus oficinas refrigeradas en Barrio Xaltocan. Así está la incertidumbre en el campo mexicano.
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