Washington.- Grupos de civiles armados de Estados Unidos se dirigen a la frontera con México para frenar la caravara de migrantes centroamericanos, compuesta por unas 6.000 personas, que se dirige al país atravesando el territorio vecino.
Según el Washington Post, esto grupos están empaquetando carpas, engrasando rifles y afinando aviones no tripulados. «Observaremos e informaremos, y ofreceremos ayuda de cualquier manera que podamos», ha declarado al citado diario Shannon McGauley, presidente de los autodenominados ‘Minutemen de Texas’, quien afirma que tienen ya a 100 voluntarios rumbo a Río Grande.
Además, McGauley asegura que otras milicias procedentes de Oregón, Indiana e incluso dos de ellas de Canadá también se dirigen a la zona.
Al menos 200 miembros podrían presentarse
Por otro lado, según unos documentos obtenidos por Newsweek de fuentes del Pentágono, estos grupos utilizarían equipos robados a la Guardia Nacional y operarían bajo el «disfraz de patrullas ciudadanas». Así, el departamento de Defensa de EE.UU. denomina a estos ciudadanos «milicias armadas no reguladas» y considera que no tienen potestad para hacer cumplir la ley. Además, el texto estima que alrededor de 200 miembros podrían acudir a la frontera con México.
Sin embargo, el director político nacional de Minutemen, Howie Morgan, espera que «miles» de ciudadanos armados acudan a su llamamiento, que hicieron a través de su página web para presentarse en algún punto de los 2.000 kilómetros de frontera durante los próximos 90 días.
«Creemos que nuestra nación está siendo atacada por extranjeros que se niegan a aceptar el imperio de la ley sobre cómo convertirse en un ciudadano en los Estados Unidos», declaró Morgan a Newsweek.
15.000 soldados en la frontera
El pasado miércoles el presidente Donald Trump ya anunció que podría enviar hasta 15.000 soldados a la frontera sur para anticiparse a la llegada de la caravana de migrantes.
De hecho, fuentes del Pentágono consultadas por Newsweek, que incluye a oficiales de alto nivel, consideran que esta propuesta tienen motivaciones políticas y que es una pérdida de dinero. Además, creen que se trata de un truco publicitario del presidente para obtener apoyo en vísperas de las elecciones de medio término que celebra el país americano.