Cuando uno ve lo que fraguó y gestionó el gobernador de Nuevo León, Samuel García, de llevar la fábrica de autos eléctricos TESLA a su estado, simplemente pasa uno de la envidia a la admiración de lograr un proyecto privado de tal magnitud, para una región que será mucho más fuerte y competitiva de nuestro país.
Coahuila ha sido el estado que más rápido ha crecido en los últimos seis años, tanto que el 2022 persiguió a Chihuahua muy de cerca en las exportaciones a Estados Unidos. Chihuahua exportó 77 mil millones de dólares, mientras que Coahuila rebasó los 65 mil millones de dólares, resultando ambos los líderes exportadores.
Nuevo León con TESLA muy seguramente entrará en esa competencia cuando entre en funciones dicha planta, no sin señalar que actualmente ocupa el cuarto lugar con 52 mil millones de dólares de valor de sus exportaciones a Estados Unidos.
¿Por qué comentar lo anterior? Porque en Sinaloa tenemos un nivel de exportaciones por 3 mil millones de dólares, muy lejos de nuestros vecinos de la frontera con Estados Unidos, y con el ingrediente de que son mayoritariamente hortalizas, atún y camarón, con muy pocos productos industriales, siendo Sinaloa un estado cuasifronterizo y con muchas ventajas comparativas para instalar industrias, cuando contamos con gas natural, electricidad, agua, comunicaciones y terrenos, aunque tenemos una mano de obra aún poco tecnologizada.
Y así, ante una de las mayores inversiones que han decidido instalarse en Sinaloa, como es la fábrica de fertilizantes en Topolobampo, la planta de GPO, es hora que no se destraban los acuerdos para su construcción por impugnaciones judiciales, cuando hace ya seis meses que se concluyeron las consultas a las comunidades y ganó en ellas que la fábrica se construiría.
Pero no hay indicios de ello y pareciera que son más las voces que, más allá de razonar los costos y beneficios, doctrinariamente plantean los daños colaterales como si no hubieran sistemas de amortiguación y hasta de eliminación de esos efectos, posición que se aferra a impedir la construcción de la fábrica de fertilizantes y que revienta la inversión que puede llegar a más de 4 mil millones de dólares.
Ya el gobernador de Durango, Esteban Villegas, ha declarado que construirán en aquel estado una planta de fertilizantes con una inversión de 3 mil millones de dólares, que en un descuido puede ser la inversión de Topo que ya emigre con nuestros vecinos.
Todo puede suceder, porque ante el silencio del gobierno estatal y gobierno de Ahome, que en un tiempo fueron muy activos, quién sabe por qué razón ahora permanecen callados. Ojalá y no sea porque ya perdimos la inversión de GPO.