O viceversa. Da igual. Oficialmente es lo mismo porque no hay una sola versión pública oficial. Lo ocurrido en Culiacán el jueves 17 nos dejará marcados de por vida.
Si antes nos despertaba nuestra capacidad de asombro los altos índices de delitos de alto impacto generados por el crimen organizado hoy nos provocan un impacto mayúsculo lo ocurrido con tanta facilidad de movilización, con una impresionante muestra de operatividad y organización de los presuntos criminales y lo peor; la fragilidad de nuestras instituciones de seguridad de todos los niveles, la permisibilidad de actuar con total impunidad, la descoordinación y falta de comunicación.
Ese operativo caótico, según mi opinión, aún no es suficiente para hablar de un estado fallido, pero si de un estado que falló ante esa eventualidad. ¡Ah! Pero si nos presumen que previo a un operativo de esta magnitud se usa todo un estudio previo de inteligencia y con valoración de pros y contras para finalmente tener el mínimo de los riesgos. ¿Esto sucedió? ¿si hubiera sido así, habríamos tenido las mismas muertes, heridos y daños? Pero ante un ambiente inesperado y dramático, finalmente creo que fue la mejor decisión del presidente, sí es que éste la dio en realidad, fue la liberación del detenido. Si es qué este estaba detenido. Pero eso implica una decisión política, calculada con argumentación de evitar mayores consecuencias negativas. Eso quiero creer, pero quiero conocer la verdad. La sociedad quiere conocer la verdad.
Se tiene que investigar y sancionar a los servidores públicos que fallaron, de cualquier nivel. Pero también a los presuntos delincuentes si es que también cometieron delitos. Lo preocupante es que cualquier persona de nivel alto en el crimen organizado ya conoce el camino para lograr su liberación, sobre todo si sabe que la impunidad está garantizada. He ahí el reto mayor para el estado si no se revindica en el futuro. Porque esto no creo que pare ahí y que nos quedaremos parados en el pasado.
¡Mejor queremos detenidos bien detenidos y con detenciones de verdad!