VIDEO. Los Chapitos: una historia de crecimiento

Alejandro y Claudia Ruiz son dos hermanos que representan un claro ejemplo de perseverancia

“Los Chapitos”, tan pequeños, pero tan grandes para los negocios.

Culiacán, Sinaloa.- Ellos son Alejandro y Claudia Iveth Ruiz Gómez. Son hermanos. Pocos lo conocen por su nombre. Todos los llaman, “Los Chapitos”. Así cómo su papá Anastasio les puso de cariño cuando eran niños por su baja estatura.

Padecen de Acondroplasia, que no es otra cosa que una alteración ósea caracterizada por huesos acortados simétricamente.

Son pequeños de talla, pero se han convertido en un gran ejemplo de superación y esfuerzo.

Un ‘pequeña’ historia.

Todo empezó hace 10 años, cuando su madre, la señora Juana Gómez, se animó a llevar a sus hijos a terapias al DIF Sinaloa.

Ahí conocieron a la señora Martha Santos, una trabajadora de la institución e integrante de la Asociación de Gente Pequeña de Sinaloa, quien ofreció a ayudarlos.

Para entonces los integró en rifas como una forma de manutención. Rifaban celulares desde su casa en la colonia La Costera, hasta donde ReflectoresMX llegó y la familia Ruiz Gómez abrió sus puertas para contar su historia.

Como una forma de inclusión, poco después “Los Chapitos” consiguieron un espacio y debutaron en Palacio de Gobierno para ofrecer el servicio de fotocopiado. Entonces agarraron fama de comerciantes.

Iniciaron hace diez años justo en el ala de Insurgentes de la Unidad Administrativa, desde donde sacaban copias. Después les autorizaron vender cacahuates, con lo que lograban mantenerse y aportar dinero a su casa.

Poco a poco fueron creciendo e independizándose. Entonces la gente les tomó cariño.

Durante el mandato de Mario López Valdez se les permitió que vendieran más productos. Agua, refrescos, jugos, galletas, papas, dulces habían hecho de su ‘changarrito’ toda una tiendita. Casi todo les dejaron, menos una cosa: cigarros.

Alejandro, de 30 y Claudia de 37, ambos han aprendido a ser independientes. Claudia hace una vida tan normal que se va de antro, al cine o sale a comer los fines de semana.

“Ella no sale de los antros”, dice con sarcasmo Alejandro a su hermana, a quien califica como “muy vaga”.

En la plática con ReflectoresMX, su madre, la señora Juana Gómez, entonces recuerda muchas anécdotas de las veces que ellos se van solos a la calle.

“Acabamos de ir a Tlaxcala. Y me van diciendo una hermana de mi esposo: ‘oye tus hijos andan en los antros. Ahí los vi en el face”.

Han aprendido a hacer una vida normal y hoy Alejandro tiene una hija de 3 años y espera a otro bebé para dentro de seis meses con su esposa Isabel.

En su reflexión los hermanos coinciden en algo: la gente con alguna discapacidad no puede sentirse menos cuando hay una vida por delante.

«Más bien yo creo que es la flojera la que a uno lo limita», afirma Alejandro.

Todos los días trabajan en Palacio. Ahí atienden a cientos de burócratas o visitantes. Lugar hasta donde su hermana o mamá los lleva en su auto compacto.

Sus clientes lo procuran.

Ganas de luchar.

No satisfecho, Alejandro ha puesto en su casa, un área especial para diseñar en la computadora y vender artículos para ocasiones especiales con impresión mediante sublimado.

Hace poco los movieron de lugar. “Los Chapitos” fueron ubicados en el sótano de Palacio de Gobierno. Sus clientes pensaron que era con la intención de irlos sacando, pero siguen ahí.

A meses de su nuevo rincón, ellos, como el primer día, atienden a sus clientes con la misma buena actitud de seguir creciendo.

 

Comentarios