Culiacán, Sinaloa.- La clave para mejorar la alimentación en un niño con autismo, donde por ejemplo, solo el menor se incline por la comida crujiente, es la constancia al ofrecerle comida sana, advirtió la especialista Olivia Jael Beltrán Valadez.
La nutrióloga especializada en atención de pequeños y pequeñitas con algún espectro, señaló que una técnica para conseguir que un menor consuma todos los grupos de alimentos, consiste que como padre, acerquemos constantemente a la vista, comida sana.
“La clave es ser constantes para que acepten todos alimentos”, insistió la nutrióloga del Centro de Autismo Sinaloa (CAS), perteneciente al DIF Sinaloa.
En el marco del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo celebrado este 2 de abril, Beltrán Valadez admitió que se tiene detectado un patrón en el que muchos de los menores con autismo prefieren los alimentos crujientes y o con ciertos colores.
Detectar la causa.
La especialista recomendó primero identificar cuál es la causa de la selección de ciertos alimentos que no son nutritivos para el menor, como el simple hecho de no poder masticarlos.
“La mayoría de los niños quieren alimentos crujientes y otros más en caldo. Ahí pudiéramos nosotros sospechar y observar si ese niño no quiere esos es porque no puede masticar, entonces tendríamos que mandarlo con un especialista”, alertó.
La también integrante del Colegio Mexicano de Nutrición Clínica reveló que está científicamente probado que los productos que están llenos azúcares, aditivos alimentarios o colorantes (dulces, papitas, cereales, ect.) vienen a ser comidas que están directamente relacionados con déficit de atención e hiperactividad de los menores.
“Es un muy importante que un niño consuma todos los alimentos como las proteínas”, insistió la nutrióloga del Centro de Autismo Sinaloa.
“Es un error decir como padres: Ah, es que son niños y por eso comen eso (papitas, dulces)”, advirtió.
Las rutinas.
Olivia Beltrán llamó a los padres de familia a crearles rutinas a los menores mediante las colaciones y hacerle la costumbre de que coman en los comedores de los hogares y no en la cama, como una forma de integrarlos.
“El niño debe comer al mismo nivel de la familia para que se pueda acostumbrar”, destacó.
Mediante el área de Nutriología del CAS, el DIF Sinaloa atiende de siete a diez pacientitos diarios con algún especto de autismo. Las consultas con la especialista tienen el cobro de una cuota moderada de acuerdo a un estudio socio económico que se hacen a las familias.