Tabasco.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador inauguró la tarde del sábado pasado la refinería de Dos Bocas, en Tabasco.
Estuvo acompañado por la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y el director de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero, entre otros.
Aunque la refinería ha sido una de las obras clave del presidente para reducir la dependencia de México importando gasolina, se ha visto envuelta en numerosas críticas.
Por su parte la oposición consideran que ya no son tiempos para estas contaminantes energías y el presupuesto inicial de 8.000 millones, ha acabado con un desembolso de 16.000, según los datos que envió en mayo Pemex a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos.
Pero, eso no es todo, el día de la inauguración una manifestación ha recibido a los políticos este sábado para quejarse de la contaminación del agua.
Un grupo de pescadores de la zona, se quejan de la muerte de especies en el río Seco, de la mala calidad de agua, aire y en consecuencia la baja de turismo, por lo que han pedido una reunión con el Gobierno.
La refinería está diseñada para destilar 340.000 barriles diarios de crudo, lo que, supuestamente, permitirá al país alcanzar la soberanía energética tantas veces mencionada por el presidente.
Sin embargo, el director de Pemex ha informado en varias ocasiones que la planta procesará a finales de este año 177.000 barriles diarios de crudo, o sea la mitad de su capacidad.