Las autoridades locales han declarado una «emergencia sanitaria» debido a la mala calidad del aire, producto de las cenizas y el humo que cubren a Los Ángeles.
Las medidas que se han establecido para la población es que se mantengan en sus casas y utilicen los aparatos de aire acondicionado para filtrar el aire y hacer que recircule, además se les han pedido que utilicen mascarillas faciales si salen al exterior.
El Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles, anunció que el ambiente se ha «degradado gravemente la calidad del aire… lo que plantea riesgos inmediatos y a largo plazo para la salud pública».
Funcionarios de la ciudad han anunciado que más de 144.000 personas han recibido órdenes de dejar sus hogares, mientras que han reportado que el número de fallecidos ya ha ascendido a 16 y otras 13 personas permanecen desaparecidas.
