Todo el tablero político mexicano esta movido y quien diga que alguna fuerza cabalga sin contratiempo, con el viento a su favor y el horizonte definido, se está auto engañando y queriendo imponer sus deseos a la realidad.
Hoy en día no hay ningún aspirantes partido y gobernante que no sienta esa incertidumbre, empezando por un gobierno de la republica que se desgasta aceleradamente por su mediocridad y desenfreno, gobiernos estatales uncidos al de la república, como réplica del viejo PRI de la época del partido único y de gobiernos municipales postrados administrando la sobrevivencia y carentes de proyectos esperando que la generación espontánea de negocios que se hagan, alcance a su territorio.
Y tan solo con ello los partidos han decidido la creación de dos bloques, esperando que cada frente pueda ganar la elección del 2024, pensando en que el cumulo de variables que gravitan en el firmamento político se alineen a su favor.
Cosa en la que será determinante como nunca, el papel que juegue el gobierno de estados unidos, quien tiene hoy por hoy, como propósito principal, que su primer socio comercial en el mundo, no se descontrole y desalinee, del bloque económico que han construido México y Canadá con ellos.
Estados unidos ha definido que su objetivo que en la guerra comercial que sostiene con china, es ser el líder tecnológico e industrial en el mundo y para eso, necesita preponderantemente a México por las múltiples cadenas de valor que unen a los dos países y que se han construido en los últimos 50 años.
Si, nuestros vecinos quieren el liderazgo tecnológico e industrial, deben zanjar sus diferencias con México, definir cada vez más políticas comunes y avanzar a un contexto similar al de la unión europea, donde se establezcan patrones y parámetros de vida con igualdad de derechos y oportunidades.
Después de la caída del “muro de Berlín” en 1989, y que represento el final de la “guerra fría”, Europa se vio en la condición y necesidad de convertirse en una potencia muy superior a lo que había sido con sus países separados, por lo que no se escatimo en rescatar a España y Portugal del atraso económico ayudando con 30 mil millones de dólares, surgiendo lo que es hoy la comunidad europea donde se han integrado varios países del ex bloque socialista y la región del norte (Noruega, Dinamarca, Suiza y Suecia) siempre tan autónoma, los cuales también asumieron el compromiso.
Por eso México bien vale un gran acuerdo con los Estados Unidos y no es, en el fondo, el problema de las drogas y específicamente el fentanilo, es la guerra económica, pero lamentablemente este gran acuerdo tan indispensable hoy en día, no se discutirá en la visita del secretario de estado Antony Blinken, esta semana.
Por eso creo en un clima muy difuso políticamente, porque no se tocarán los temas de fondo, los problemas globales de los dos países y porque, se seguirá chapoteando en el charco de las mafias de la droga y sus guerras que tienen atrapado al país.
La mejor forma de que México transite con certidumbre en las próximas décadas, para que se restablezca la paz social, el progreso, la armonía política y la estabilidad, es salir con un gran acuerdo político, lo que sería una gran estrategia para el futuro del país.
En síntesis, no existe una idea del país que queremos y que ese país, no está en México, está afuera y que la solución interna corresponde a saber ligar el país al contexto internacional y es donde creo se estrecha nuestra visión.
Ojala y surja alguien de los liderazgos que están surgiendo que pudieran abordar esta línea. Yo estoy convencido que mirándonos el ombligo no saldremos de esta situación.